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    Enzimas Elevadas De Hígado Y Páncreas

    El hígado y el páncreas son órganos importantes en la digestión y el procesamiento de los alimentos que comemos. El hígado produce bilis, que ayuda en la digestión de las grasas, mientras que el páncreas secreta varias enzimas, como la amilasa y la lipasa, que ayudan en la digestión de azúcares, grasas y proteínas. Una elevación de ciertas enzimas hepáticas y pancreáticas en el torrente sanguíneo generalmente indica daño a estos órganos.

    Causas de la elevación de las enzimas hepáticas

    La elevación de las enzimas hepáticas se debe a la inflamación, infección o trauma en ese órgano. Esto causa la fuga de enzimas hepáticas en la circulación, lo que resulta en la elevación de las enzimas hepáticas en los análisis de sangre. Las dos enzimas hepáticas que se miden con más frecuencia son AST, o aspartato transaminasa, y ALT, o alanina transaminasa. Según Mayo Clinic.com, la elevación de las enzimas hepáticas puede deberse a medicamentos recetados; de virus, como la hepatitis, Epstein-Barr, herpes y citomegalovirus; por enfermedad del hígado graso; y del alcoholismo.

    Causas de la elevación de la enzima pancreática

    El páncreas secreta varias enzimas y hormonas, como la lipasa, la amilasa y la insulina. Ante el daño causado por un traumatismo, infección o inflamación, el páncreas filtra algunas de sus enzimas al torrente sanguíneo. Según las pruebas de laboratorio en línea, el nivel de lipasa en el torrente sanguíneo durante la pancreatitis aguda generalmente aumenta entre uno y dos días después de la lesión inicial en el páncreas, y puede permanecer elevado durante una semana. Las causas comunes de la elevación de enzimas pancreáticas incluyen cálculos biliares, traumatismos, alcoholismo, tumores, infecciones y trastornos genéticos.

    Los síntomas

    Hay varios síntomas que acompañan al daño hepático y la elevación de las enzimas, incluido el dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, donde se encuentra el abdomen; náuseas, vómitos y pérdida de peso; y debilidad. La orina de color oscuro y las heces pálidas también pueden ser síntomas de hepatitis. La pancreatitis, o inflamación del páncreas, generalmente causa dolor en la mitad del abdomen que puede extenderse a la espalda; náuseas y vómitos; palidez; Fiebre y taquicardia, o frecuencia cardíaca rápida..

    Complicaciones

    Si los cálculos biliares provocan la elevación de las enzimas pancreáticas, es posible que sea necesario extirparlas quirúrgicamente junto con la vesícula biliar. Según el Centro de Información de Enfermedades Digestivas Nacionales, la infección del páncreas puede desarrollar un absceso o una acumulación de pus, que puede necesitar antibióticos y tratamiento quirúrgico. Los pseudoquistes, o las acumulaciones de líquido alrededor del páncreas, también pueden desarrollarse después del daño a este órgano. Dependiendo de su causa, la elevación de las enzimas hepáticas puede indicar hepatitis crónica, especialmente si es causada por el virus de la hepatitis B o C. La inflamación a largo plazo y el daño al hígado pueden provocar cirrosis o cicatrización y reducción del tejido hepático..