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    Los primeros signos de problemas hepáticos

    El hígado es un órgano vital que es esencial para la vitalidad y la salud humana. Ayuda a digerir los alimentos, eliminar sustancias tóxicas y absorber los nutrientes vitales que el cuerpo necesita para sobrevivir. Algunas personas nacen con problemas hepáticos, mientras que otras dañan su hígado al estar expuestas a químicos dañinos, alcoholismo o los efectos secundarios de un virus. Los primeros signos de problemas hepáticos no deben ser ignorados y se debe buscar ayuda médica para asegurar un tratamiento adecuado.

    Cambios en la piel

    Uno de los primeros signos de posibles problemas hepáticos incluye cambios repentinos en la piel. Esto podría ser una decoloración en la piel que tiene un tono amarillento. Esto también podría significar que las uñas o las puntas de los dedos podrían volverse amarillas. La razón de esto es que el hígado no libera las toxinas adecuadamente del cuerpo y la bilirrubina comienza a acumularse debajo de la piel..

    Picazón o piel muy sensible

    Los primeros signos de problemas hepáticos pueden ocurrir dentro de la piel. Esto podría significar un área de la piel con picazón que empeora progresivamente con el tiempo. Tener una piel sensible al tacto o que se inflama fácilmente después de la picazón también puede ser un signo de problemas hepáticos. Mantener la piel hidratada ayudará a aliviar cualquier molestia..

    Cambios en la orina y las heces

    Algunas personas cuyo hígado no funciona correctamente pueden notar algunos cambios cuando van al baño. Esto podría estar en su orina. En algunos casos, la orina puede volverse de color oscuro. Algunas personas pueden asociar esto con la deshidratación, pero si beben la cantidad adecuada de líquidos, la orina debe ser clara. Algunos pacientes con problemas hepáticos tempranos informan que los cambios en sus heces pueden ser pálidos, con sangre o de color alquitrán.

    Cambios abdominales

    Los cambios en el área abdominal pueden proporcionar una indicación temprana de problemas hepáticos. Esto podría comenzar por tener cólicos o dolor en la parte inferior del abdomen. Puede convertirse rápidamente en una sensación gaseosa que acompaña a la presión. A medida que el problema del hígado empeora, se puede desarrollar ascitis. Esta es una acumulación de líquido dentro de la pared abdominal. Puede llegar a ser tan grande que también puede aplicar presión a los pulmones, lo que dificulta la respiración. Es posible que deba realizarse una paracentesis para extraer el líquido del abdomen..

    Cansancio

    Si experimenta cambios, como sentimientos de extrema debilidad, cansancio o fatiga crónica, esto también podría ser un signo temprano de un problema hepático. El cuerpo está trabajando más duro para sobrevivir y una de las primeras respuestas es descansar más. Si se presenta debilidad y cansancio general con otros síntomas relacionados, se recomienda la atención médica inmediata.