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    Síntomas de enfermedad hepática y renal

    Los riñones y el hígado cumplen funciones vitales para el bienestar general del cuerpo. Los riñones eliminan los desechos del cuerpo para prevenir la toxicidad de otros órganos y mantener la salud de todo el cuerpo. El hígado es el órgano interno más grande y ayuda en la lucha contra las infecciones, la digestión y la regulación de los niveles de azúcar en la sangre. En el caso de la enfermedad de los riñones o el hígado, los síntomas sutiles indican disfunciones tempranas en estos órganos vitales. A medida que avanza la enfermedad renal y hepática, los síntomas se vuelven más prominentes y debilitantes. El Instituto de Educación Médica sugiere que se reconozcan los síntomas de la enfermedad para obtener la intervención adecuada para reducir las molestias..

    Orina y cambios intestinales

    El daño hepático puede tomar diferentes formas, como hepatitis, cirrosis o cáncer, de acuerdo con la American Liver Foundation. Independientemente del tipo de enfermedad hepática, la progresión de los síntomas y las etapas siguen siendo similares. La orina de color oscuro constante o los movimientos intestinales de color claro significan un síntoma de enfermedad hepática. Las heces también pueden aparecer sangrientas o negras en presencia de enfermedad. Con respecto a los riñones, los cambios en la micción también ocurren porque los riñones son responsables de producir orina. La micción espumosa, burbujeante y frecuente ocurre comúnmente en la enfermedad renal. Por otro lado, puede aparecer menos orina y orina de color oscuro. En casos extremos de enfermedad renal, una condición conocida como anuria, la producción de orina se detiene por completo, ocurre.

    Inflamación e hinchazón

    La enfermedad hepática en etapa temprana causa inflamación, señala la American Liver Foundation. La sensibilidad en el área del hígado y el agrandamiento del hígado se asocian con el hígado que trata de combatir las infecciones. Las molestias pueden no ocurrir durante la enfermedad hepática temprana. Con el tiempo, esto cambia si no se tratan los primeros síntomas. La hinchazón de los tejidos en el cuerpo, también conocida como edema, transpira en la enfermedad renal. Cuando los riñones ya no mantienen la filtración normal del exceso de agua corporal, aparece hinchazón de las extremidades, piernas y cara..

    Fatiga, debilidad y náuseas.

    En ambos casos se presenta enfermedad, fatiga, debilidad y náuseas. Según el Instituto de Educación Médica, esto se asocia con una reducción de los glóbulos rojos que transportan oxígeno a los músculos y el cerebro durante la insuficiencia renal. En el caso de insuficiencia hepática, el cuerpo trabaja demasiado para compensar el daño al órgano. La fatiga, la debilidad y las náuseas se vuelven más frecuentes a medida que avanzan las etapas de la enfermedad. Como un síntoma de enfermedad renal y hepática, también se puede producir una sensación general de desesperación que causa disminución del apetito, desorientación y cansancio..