¿Qué trastornos cerebrales detecta una resonancia magnética?
Las imágenes de resonancia magnética, o IRM, pueden ser una herramienta de diagnóstico útil para muchas afecciones diferentes. Sin embargo, su capacidad para diagnosticar afecciones como enfermedades mentales todavía es limitada. La resonancia magnética se puede usar para diagnosticar trastornos que causan cambios en el cerebro, como sangrado, alteraciones en el tejido cerebral o estructura, como hinchazón del cerebro y trastornos infiltrativos, como inflamación o tumores cerebrales.
Los escáneres cerebrales por resonancia magnética pueden diagnosticar varios tipos de trastornos. (Imagen: John Foxx / Stockbyte / Getty Images)Trastornos relacionados con el accidente cerebrovascular
La IRM se puede usar para diagnosticar un accidente cerebrovascular, que se produce cuando se detiene el flujo de sangre al cerebro. Dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares son isquémicos, causados por la falta de oxígeno que llega al tejido cerebral debido al estrechamiento o bloqueo de las arterias, y hemorrágico, causado por una vena o arteria rota. La RM es especialmente útil para diagnosticar accidentes cerebrovasculares isquémicos, ya que son más sutiles y necesitan una resolución más alta para verlos. La resonancia magnética con angiografía o MRA puede ser útil para diagnosticar aneurismas cerebrales, áreas débiles de las arterias que sobresalen como globos y pueden causar accidentes cerebrovasculares u otras complicaciones. La IRM no revela sangre fresca, así como tomografía computarizada o tomografía computarizada (TC), y con frecuencia ambas se usan para diagnosticar accidentes cerebrovasculares hemorrágicos.
Cambios estructurales del cerebro
Las imágenes por resonancia magnética se usan a menudo para ayudar a diagnosticar anomalías en el cerebro, como defectos de nacimiento, deformidades del desarrollo, daños causados por procedimientos médicos o parálisis cerebral, y estas imágenes pueden revelar cambios cerebrales grandes o muy pequeños. Las imágenes por resonancia magnética también se pueden usar para diagnosticar los efectos de una lesión cerebral traumática, o TBI, en el tejido cerebral. La MRI puede detectar cambios sutiles causados por la lesión, como áreas muy pequeñas de daño o sangrado. Debido a que es más sensible que las tomografías computarizadas, la IRM se usa a menudo para rastrear los cambios cerebrales a medida que la persona con TBI se recupera.
Quistes y tumores
La MRI puede ser útil para diagnosticar quistes y tumores cerebrales, especialmente los muy pequeños o aquellos que se encuentran en áreas donde otras técnicas de imagen como la tomografía computarizada no se pueden visualizar bien. A veces, se puede inyectar un tinte especial en el cerebro antes de la MRI para ayudar a ver las diferencias en las áreas adyacentes del tejido cerebral. Esto permite a los médicos localizar tumores cerebrales difíciles de encontrar y quistes que no se pueden localizar por otros medios.
Otras condiciones
La MRI es superior a otras formas de imagen para diagnosticar ciertas infecciones cerebrales o afecciones que producen una inflamación de los vasos sanguíneos llamada vasculitis. La RM también puede revelar abscesos cerebrales, acumulaciones de pus en el cerebro debido a una infección o lesión. La RM es muy importante en el diagnóstico de esclerosis múltiple y puede detectar la enfermedad en hasta el 95 por ciento de las personas que la padecen debido a su capacidad para detectar cambios sutiles en el tejido cerebral. La MRI puede ser muy útil para ayudar a diagnosticar trastornos hormonales que afectan el cerebro, como problemas de hipófisis o síndrome de Cushing. Si bien las imágenes por resonancia magnética por sí sola no se pueden usar para diagnosticar enfermedades como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, son útiles para visualizar los cambios cerebrales en estos trastornos y ayudar en su diagnóstico..