Topetón blanco en el interior del ojo
Se pueden desarrollar varios tipos de protuberancias en el interior del ojo. Más a menudo que no, los baches son benignos y no causa alarma. Las protuberancias más comunes son los orzuelos, pero estas glándulas inflamadas del aceite son de color rojo y muy sensibles al tacto. Una protuberancia blanca, por otro lado, es típicamente una indicación de una glándula bloqueada o lesión quística.
Diagnóstico
Las opciones de tratamiento para los bultos en el interior del ojo dependen de la causa de la lesión, por lo que es mejor consultar a un médico u oftalmólogo. La mayoría de los profesionales médicos pueden diagnosticar una protuberancia por su apariencia. Generalmente no se necesitan pruebas especiales, asegura el Instituto Nacional de Salud..
Chalazion
Una causa potencial de la protuberancia blanca es un bloqueo en el conducto hacia una glándula meibomiana, que resulta en lo que se conoce como chalazión. Las glándulas de Meibomio secretan líquido para lubricar el ojo, pero pueden obstruirse de vez en cuando. Cuando el líquido no puede escapar de una de estas glándulas cerca de las pestañas, puede acumularse y provocar inflamación. Al igual que los orzuelos, estos baches desaparecen por sí solos. Sin embargo, puede fomentar el drenaje y aliviar la sensibilidad aplicando una compresa tibia sobre el ojo afectado durante 10 a 15 minutos por lo menos cuatro veces al día, según los Institutos Nacionales de la Salud..
Quiste de inclusión
Las inclusiones también pueden desarrollarse en el interior del ojo, especialmente cuando afectan a la conjuntiva, que es la membrana delgada a lo largo de la superficie interna del párpado. Estas protuberancias se deben a que las células epidérmicas se multiplican dentro de un área pequeña hasta que forman una masa blanca e indolora en el interior del ojo. Los médicos pueden pinchar estos quistes con una aguja o escindirlos de la piel.
Quiste sudorífero
Si la protuberancia blanca no es un quiste de inclusión pralazión, puede ser un quiste sudorífero, que es el resultado de una glándula sudoríparas bloqueada a lo largo del párpado. Estas lesiones similares a ampollas están llenas de líquido, pero no deben perforarse como un quiste de inclusión. Recurrirán sin escisión quirúrgica..
Advertencia
Aunque la mayoría de las protuberancias en el interior del ojo son benignas, debe prestar mucha atención a cualquier lesión que distorsione el contorno del párpado o rompa las pestañas, explica David R. Jordan, oftalmólogo y cirujano orbitario y lacrimal. Estas podrían ser indicaciones de malignidad. La recurrencia después de la extirpación de una lesión también puede indicar malignidad.