¿Cuáles son los tratamientos para el comportamiento agresivo?
La Sociedad para la Neurociencia afirma que la agresión es un "comportamiento social complejo" y puede dividirse en tres categorías: agresión depredadora, agresión social y agresión defensiva. Una persona con agresión depredadora o social busca un objetivo, mientras que la agresión defensiva es una respuesta. El comportamiento agresivo puede ser parte de otra condición, como un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad, y debe tratarse para evitar un estallido de violencia.
Niño pequeño tirando de la cola de caballo de la niña. (Imagen: pyotr021 / iStock / Getty Images)Terapia de comportamiento
La National Fragile X Foundation afirma que un paciente con comportamiento agresivo tiene un control de impulsos deficiente. La terapia conductual funciona encontrando la causa del comportamiento agresivo y luego enseñando al paciente cómo controlar los impulsos que conducen a estos comportamientos. Este tipo de terapia también ayuda al paciente a identificar los desencadenantes de la agresión para que ella pueda evitarlos. El terapeuta puede usar el juego de roles para enseñarle al paciente las consecuencias de sus conductas, especialmente si el paciente es un niño..
Medicación
La medicación puede reducir la severidad de los impulsos, lo que puede detener el comportamiento agresivo. Los medicamentos para la agresión apuntan a los neurotransmisores, como el ácido gamma-aminobutírico, la dopamina y la serotonina. La Society of Neuroscience señala que la risperidona, un medicamento utilizado para tratar la esquizofrenia, se ha utilizado para tratar el comportamiento agresivo en el trastorno de conducta juvenil. Un paciente con trastorno de conducta juvenil dirige su agresión a personas y animales con abusos y objetos inanimados a través del vandalismo. Cuando se administra risperidona, los pacientes con trastorno de conducta juvenil muestran un comportamiento mejorado después de siete semanas.
Otras intervenciones
La National Fragile X Foundation agrega que cambiar el entorno del paciente puede ayudar a controlar el comportamiento agresivo. Por ejemplo, si la paciente está en la escuela, puede beneficiarse de tener un asiento en la parte posterior de la sala que está cerca de la puerta; por lo tanto, si ella tiene un arrebato, puede excusarse. Un entorno estructurado en el aula que le permite al paciente tener descansos y un tiempo de procesamiento adicional puede ayudarla a controlar sus síntomas. La actividad física puede ser una salida para el paciente. Limitar los ruidos, evitar las zonas concurridas y la exposición a la luz natural también puede disminuir el comportamiento agresivo.