No tengo energía para hacer ejercicio
Una de las razones más comunes que las personas dan para no hacer ejercicio es simplemente no tener energía para hacer ejercicio. Las posibles causas de esto incluyen el cansancio genuino, el desagrado por el ejercicio, la falta de motivación, hacer demasiado demasiado pronto, la pereza o incluso una condición de salud subyacente que requiere atención médica. Antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, haga una cita para un examen médico completo para descartar a este último como causa. Una vez que tenga la luz verde de su médico, depende de usted encontrar el tiempo y la energía para hacer ejercicio..
Una de las razones más comunes que las personas dan para no hacer ejercicio es simplemente no tener energía para hacer ejercicio. (Imagen: Stockbyte / Stockbyte / Getty Images)¿Sentirse cansado? Salir y moverse!
Si constantemente se siente demasiado cansado para hacer ejercicio, considere que el ejercicio puede aumentar sus niveles de energía, aumentar su capacidad pulmonar y bombear al cerebro grandes cantidades de sangre llena de oxígeno. Busca actividades físicas que disfrutes y que quieras que entren en tu vida. No tengas miedo de explorar algo nuevo. Prueba una clase de danza, artes marciales o yoga. Regístrate para una lección de kayak o escalada en roca. Forzarte a seguir una rutina de ejercicios que no te gusta o temer suele ser inútil. Encontrar una forma divertida de mover tu cuerpo es más probable que te deje con energía después de hacer ejercicio y ansioso por más.
Combate la patata de tu sofá interior
A veces, una percepción de falta de energía para hacer ejercicio es en realidad una máscara de pereza. Si esto le suena familiar, intente disminuir sus expectativas con respecto al ejercicio. Quizás su pereza sea simplemente una respuesta natural al sentirse abrumado por los objetivos de ejercicio que son demasiado grandes. En lugar de obligarse a caminar durante una hora, comience estirando o saltando la cuerda durante cinco minutos durante los comerciales de televisión, tres veces por noche. Aumente gradualmente la cantidad de veces que hace ejercicio y la cantidad de tiempo que pasa. Si usted es un tipo de persona organizada, intente programar su ejercicio como lo haría con cualquier cita importante.
Toque en su fuerza de voluntad
Tener la motivación adecuada para hacer ejercicio puede hacerle sentir que tiene suficiente energía para hacer ejercicio. Una revisión de 2012 publicada en "The International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity" encontró una relación entre la motivación intrínseca y las conductas de ejercicio. El envejecimiento y los problemas de salud incitan a muchas personas a hacer ejercicio, pero no quiere esperar a que esto ocurra para comenzar. Es probable que la motivación aumente si posees la actitud de que estar más en forma y más saludable te ayudará a lograr objetivos personales particulares, como colocarte la ropa que usaste hace cinco años o correr una maratón.
Aumenta la química de tu cuerpo
Los científicos han sabido por mucho tiempo que el ejercicio está asociado con la producción de hormonas llamadas endorfinas; estos tienen el apodo familiar de las hormonas "sentirse bien" debido a sus propiedades que elevan el estado de ánimo. Las endorfinas ayudan a reducir el estrés, mejoran el enfoque y la concentración y ayudan a aliviar el dolor al proporcionar un efecto analgésico. Si crees que sentirte bien te da energía y que elevar tu espíritu eleva tu nivel de energía, esta es otra forma en que el ejercicio en sí puede producir más energía para hacer ejercicio..
Considere un cambio de dieta
Ciertos factores fisiológicos que afectan los niveles de energía de las personas, como el metabolismo y los rasgos genéticos, son difíciles o imposibles de cambiar. Sin embargo, puede alterar su dieta para darle más energía. Los carbohidratos son alimentos que producen energía. Mientras que los azúcares refinados solo producen energía rápida, los especialistas en nutrición como Susan Mills-Gray de la Universidad de Missouri recomiendan ingerir alimentos y líquidos ricos en carbohidratos antes y después del ejercicio para promover niveles adecuados de energía. Los cereales integrales, las pastas, los panes y las galletas saladas proporcionan fuentes saludables de carbohidratos para una energía sostenida, al igual que la mayoría de las frutas y verduras..