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    Adrenalina y cortisol

    La adrenalina, o epinefrina, y el cortisol, o hidrocortisona, son hormonas del estrés secretadas por las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre los riñones. Aunque ambas sustancias químicas son hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol desempeñan diferentes funciones bioquímicas. La adrenalina se une principalmente a los receptores en el corazón y los vasos del corazón. Esto aumenta la frecuencia cardíaca, la fuerza de contracción muscular y la respiración. El cortisol se une a los receptores en las células grasas, el hígado y el páncreas, lo que aumenta los niveles de glucosa disponibles para que los músculos los usen. También inhibe temporalmente otros sistemas del cuerpo, como la digestión, el crecimiento, la reproducción y el sistema inmunológico..

    Un trabajador de oficina estresado. (Imagen: Photodisc / Photodisc / Getty Images)

    Funcion normal

    La adrenalina y el cortisol normalmente se secretan en respuesta a una amenaza percibida en el medio ambiente. Los efectos de las hormonas del estrés en la glucosa en la sangre, la frecuencia cardíaca y la respiración aumentan el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos y interrumpen temporalmente el mantenimiento de los otros sistemas del cuerpo. Esta llamada respuesta de lucha y huida a las amenazas ambientales percibidas le da a los organismos una ventaja evolutiva para hacerlos más capaces de sobrevivir al aumentar sus posibilidades de destruir la amenaza o escapar..

    Estrés crónico

    "Estrés crónico" es un término general que se refiere a formas físicas o psicológicas continuas de tensión y presión. El estrés crónico está directamente relacionado con las altas concentraciones crónicas de adrenalina y cortisol en la sangre. Incluso las condiciones físicas como la exposición prolongada al ruido pueden causar niveles altos y prolongados de hormonas del estrés, incluso cuando el ruido no molesta a las personas, informa un equipo de investigación en la edición de noviembre de 2005 de "European Heart Journal". El equipo examinó los archivos médicos de las personas hospitalizadas por un ataque cardíaco y encontró que el ruido crónico aumenta el riesgo de ataque cardíaco hasta en un 50 por ciento al aumentar los niveles de hormonas del estrés..

    Efectos

    Los niveles altos y prolongados de hormonas del estrés aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular y pueden provocar alteraciones estructurales en la memoria del cerebro y en los centros de procesamiento del miedo. Los altos niveles de hormonas del estrés también facilitan la propagación del cáncer, informa un equipo de investigación en la edición de abril de 2010 de "Journal of Clinical Investigation". Las células normales que se desprenden del tejido mueren rápidamente. Sin embargo, las células cancerosas están protegidas de la muerte celular en presencia de la proteína FAK. Los investigadores encontraron que la adrenalina activa la FAK, lo que permite que más células cancerosas desprendidas sobrevivan hasta que se puedan volver a unir en una región diferente.

    Tratamiento

    Los tratamientos para niveles altos y prolongados de adrenalina y cortisol incluyen bloqueadores beta y medicamentos contra la ansiedad. Los bloqueadores beta compiten con la adrenalina por los receptores en el corazón y los músculos lisos de los vasos sanguíneos. Pero a diferencia de la adrenalina, los bloqueadores beta no estimulan el receptor de adrenalina. Solo evitan que la adrenalina se una a ella. Por lo tanto, los bloqueadores beta pueden prevenir las afecciones cardíacas que surgen de niveles altos y prolongados de hormonas del estrés. Los medicamentos contra la ansiedad, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (por ejemplo, escitalopram) pueden disminuir las concentraciones de hormonas del estrés en la sangre al eliminar el desencadenante.

    Prevención

    La mejor prevención de niveles altos y prolongados de hormonas del estrés es tomar el estrés en serio y buscar tratamiento inmediato. Sin embargo, muchos factores que inducen el estrés están más allá del control inmediato de las personas e incluyen, en cierta medida, dónde viven y dónde trabajan. Los factores que están más allá de nuestro control inmediato incluyen eventos emocionales inesperados, que pueden provocar un aumento repentino en los químicos del estrés, según un estudio publicado en abril de 2009 en el "American Journal of Cardiology". Los investigadores descubrieron que las repentinas oleadas extremas en las sustancias químicas del estrés provocadas por eventos emocionales negativos pueden dar lugar a una cardiomiopatía por estrés, una condición reversible que amenaza la vida en la que el músculo cardíaco se debilita o aturde temporalmente..