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    ¿Las hormonas en la carne afectan a los humanos?

    El ochenta por ciento de las vacas estadounidenses se inyecta con hormonas para aumentar su tamaño, la producción de carne magra y la eficacia del uso del alimento. Aunque la Unión Europea dejó de comprar carne de los Estados Unidos en 1985 debido al uso de hormonas, la opinión pública sobre su seguridad sigue desgarrada. El ganado bovino y las ovejas de los Estados Unidos son alimentados, implantados o inyectados con hormonas. A menos que la carne comprada en la tienda esté marcada con USDA Organic Certified, existe la posibilidad de que contenga hormonas residuales.

    Las hormonas

    Parte del debate sobre las hormonas del ganado se centra en el hecho de que tres de las hormonas de uso común son "totalmente naturales". El estradiol, la progesterona y la testosterona son hormonas que se encuentran en los humanos en cantidades variables. Estas hormonas son responsables de regular la sexualidad en hombres y mujeres, así como el crecimiento y el ciclo reproductivo. La trembolona, ​​el zeranol y el acetato de melengestrol son hormonas químicas creadas por el hombre para el ganado. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) sostiene que estas hormonas no son dañinas en las cantidades que se encuentran en la carne de res, aunque la oposición afirma que los estudios no fueron exhaustivos y que se necesitan más para concluir que estas hormonas son seguras..

    Grupos afectados

    Si bien las personas que ingieren carnes no orgánicas ingieren las hormonas, hay algunas poblaciones que enfrentan un riesgo de salud mucho mayor. Las mujeres que están embarazadas y amamantando, por ejemplo, deben sopesar los beneficios de una comida rica en hierro y proteínas frente al susto de ingerir y alimentar las hormonas de la carne a su bebé por nacer. Los opositores al uso de hormonas sugieren que las hembras jóvenes ingresan a la pubertad antes debido a la ingesta de hormonas, lo cual es verificable por la disminución de la edad en que las niñas comienzan su menstruación.

    Contenido hormonal

    La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos regula la cantidad de hormona que es segura para permanecer en la carne, llamada LMR o Nivel Máximo de Residuos. Los órganos de los animales, como el hígado, pueden recibir LMR más altos que su carne muscular, como el bistec. La FDA afirma que hay un período de retiro cero, lo que significa que la carne es segura para el consumo en cualquier momento después de que se inyectan las hormonas. Estas hormonas pueden insertarse como gránulos en la oreja del ganado, inyectarse o colocarse en su alimento..

    Consideraciones

    La aparición temprana de la pubertad, el aumento de la incidencia de nacimientos de gemelos y los problemas reproductivos han sido atribuidos a las hormonas en la carne. Los opositores al uso de hormonas sugieren que estas hormonas de crecimiento están vinculadas a los cánceres, como el cáncer de mama y útero, y los problemas de desarrollo en los niños. La FDA niega que la cantidad microscópica de hormonas en la carne consumida pueda causar problemas de salud como estos. El resultado final sigue siendo comprar orgánico si es una preocupación. La carne orgánica certificada por el USDA no puede contener hormonas artificiales, antibióticos ni productos químicos artificiales..