Malos efectos de los productos químicos en nuestros alimentos
Los alimentos contienen nutrientes esenciales para la salud, pero también pueden incluir sustancias químicas que pueden aumentar su riesgo de enfermedad. Estos químicos pueden incluir pesticidas, herbicidas, fertilizantes, conservantes, colorantes y sabores artificiales, y grasas y edulcorantes producidos industrialmente. No todas estas sustancias pueden aparecer en la etiqueta del producto alimenticio.
Plaguicidas
Las frutas y verduras que contienen residuos de pesticidas pueden ser un riesgo para la salud de personas de todas las edades. La investigación realizada por científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicada en "Pediatrics" en junio de 20101, descubrió que la exposición a los organofosforados puede contribuir a la prevalencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en los niños. Los niños que cambian a productos orgánicos ya no tienen niveles significativos de organofosfatos en la orina, según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Emory publicada en "Environmental Health Perspectives" en abril de 2008. La exposición a una combinación del pesticida maneb y el herbicida paraquat aumenta los riesgos de la enfermedad de Parkinson, especialmente en personas jóvenes, según una investigación realizada por científicos de la Universidad de California en Berkeley publicada en el "American Journal of Epidemiology" en abril de 2009.
Conservantes
Los fabricantes utilizan conservantes, como nitritos y sulfitos, en alimentos procesados para inhibir el crecimiento de microorganismos y aumentar la vida útil. Sin embargo, estos conservantes aumentan su riesgo para la salud. Los nitritos son conservantes comunes que se utilizan en carnes y pescados procesados para prevenir el crecimiento de bacterias. Su cuerpo convierte los nitritos en sustancias cancerígenas llamadas nitrosaminas. La investigación realizada por Susanna Larsson en el Instituto Karolinska de Estocolmo, publicada en el "International Journal of Cancer" en agosto de 2006, encontró que el aumento del consumo de nitrosamina en la carne procesada aumenta el riesgo de cáncer de estómago. Los sulfitos utilizados para conservar las frutas secas, los jugos de frutas, el vino y la cerveza pueden aumentar el riesgo de ataques de asma, según la Clínica Cleveland.
Colores artificiales
Los colores artificiales aumentan el atractivo del consumidor, pero también pueden aumentar su riesgo de enfermedad. El Centro para la Ciencia en el Interés Público, un grupo de defensa del consumidor, informa que el colorante de caramelo utilizado en muchos refrescos de cola populares contiene dos sustancias químicas llamadas 2-metilimidazol y 4-metilimadazol que causan cánceres de pulmón, hígado, tiroides y leucemia. Los colorantes para alimentos como el Amarillo No. 5, 6 y 10 y el Rojo No. 40 pueden aumentar el riesgo de o exacerbar el comportamiento hiperactivo en los niños.
Grasas y edulcorantes
Las grasas y edulcorantes producidos en la industria que son comunes en los alimentos procesados son perjudiciales para la salud. Los fabricantes usan grasas trans, que aumentan el riesgo de enfermedad coronaria, en panes, galletas, margarina y palomitas de maíz para microondas. El jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, un edulcorante utilizado en refrescos, aderezos para ensaladas y postres, puede aumentar su riesgo de obesidad, según una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Louisiana en Baton Rouge publicada en "The American Journal of Clinical Nutrition" en abril de 2004 El Hospital Piedmont en Atlanta informa que comer jarabe de maíz con alto contenido de fructosa puede aumentar su riesgo de diabetes.