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    Enzimas hepáticas elevadas en bebés

    El hígado es un órgano complejo que desempeña muchas funciones importantes en los bebés. Ubicado en la parte superior derecha del abdomen, el hígado ayuda a desintoxicar el cuerpo de sustancias y medicamentos nocivos. También almacena vitaminas y minerales, produce proteínas y enzimas, y fabrica compuestos de coagulación. Cuando se daña el hígado, sus enzimas se escapan al torrente sanguíneo donde pueden detectarse mediante una serie de análisis de sangre. Una elevación de las enzimas hepáticas en los bebés puede indicar problemas de salud graves.

    Las enzimas hepáticas elevadas indican daño hepático (Imagen: zaretskaya / iStock / Getty Images)

    Enzimas

    Las enzimas hepáticas se detectan en una batería de pruebas llamadas hígado o panel hepático. Las principales enzimas que se usan para verificar el daño hepático son la AST, o aspartato transaminasa, y ALT, y la alanina transaminasa. Según las pruebas de laboratorio en línea, la ALT es útil en la detección y el diagnóstico de la enfermedad hepática porque se libera en el torrente sanguíneo antes de que aparezcan signos más evidentes de la enfermedad hepática. La AST no es tan específica para la enfermedad hepática de un bebé, ya que esta enzima también está presente en la saliva y las células musculares de un bebé..

    Causas

    Según la Fundación Nemours, el término hepatitis denota una inflamación del hígado, independientemente de la causa. La elevación de las enzimas hepáticas refleja hepatitis. Las causas más comunes de aumento de las enzimas hepáticas en los bebés incluyen los virus de la hepatitis, incluyendo la hepatitis A, B y C; infección con el virus de Epstein-Barr, que causa la mononucleosis; y el citomegalovirus, un microbio que puede causar partos prematuros, convulsiones, ictericia y elevación de las enzimas hepáticas. Otras causas de la elevación de las enzimas hepáticas en los bebés incluyen la atresia biliar, en la cual los conductos biliares, los conductos que drenan la bilis hacia el intestino, se bloquean, lo que ocasiona daño hepático; y enfermedad hepática autoinmune, en la que el propio sistema inmunológico del cuerpo ataca el tejido hepático.

    Los síntomas

    Los síntomas de la enfermedad hepática, que corresponden a una elevación de las enzimas hepáticas, incluyen ictericia o un tinte amarillento de la piel; agrandamiento del hígado, que en los bebés puede causar distensión abdominal y dolor; y náuseas, vómitos y pérdida de peso. Según el sitio web del Hospital de Niños de la Universidad de Chicago, la atresia biliar causa orina oscura, heces pálidas, ictericia, sangrado fácil y picazón.

    Complicaciones

    Los bebés con enfermedad hepática progresiva y elevación crónica de las enzimas hepáticas pueden sufrir de hipertensión portal, una presión arterial anormalmente alta de la vena que alimenta el hígado, lo que puede causar distensión abdominal y sangrado de la vena en el esófago; y encefalopatía hepática, un empeoramiento de la función cerebral que conduce a confusión, somnolencia, pérdida de conciencia y coma.