Cómo el estrés causa las culebrillas
El herpes zoster, también conocido como culebrilla, es causado por una reactivación del virus varicela-zoster (VZV), el mismo virus que causa la varicela. El virus permanece latente en las células nerviosas y se reactiva como resultado del estrés, causando dolor y una erupción en la banda de la piel suministrada por el nervio afectado. Quienes padecen herpes zóster deben buscar atención médica tan pronto como aparezcan los síntomas para poder recetar medicamentos antivirales (aciclovir, valaciclovir y famciclovir)..
El estrés puede contribuir a los brotes de culebrilla (Imagen: David Woolley / Digital Vision / Getty Images)El estrés y el sistema inmunológico
El sistema nervioso central y el sistema inmunológico están estrechamente relacionados, y los factores estresantes físicos y psicológicos pueden interferir con su interacción funcional. La duración y el curso de la respuesta al estrés son factores esenciales que determinan el grado de disfunción inmunitaria y el resultado relacionado con la salud. La duración del estrés puede ser importante porque afecta la liberación de hormonas del estrés, especialmente las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y el cortisol. Con el tiempo, la presencia de estas hormonas deprime la respuesta inmune..
Estrés fisiológico y culebrilla.
El dolor crónico y severo es un factor estresante poderoso que conduce a la reactivación del VZV porque contribuye a la angustia emocional, lo que resulta en depresión. Además, se ha demostrado que el estrés relacionado con el trauma o la cirugía causa una reactivación de VZV en el sitio de la lesión. En un estudio, los participantes que sufrieron un brote de zoster tuvieron una probabilidad significativamente mayor de reportar traumas en el sitio de su zoster dentro de un mes antes del brote.
Estrés psicológico y culebrilla
El estrés psicológico se define como un estrés percibido que influye en la capacidad de un individuo para hacer frente a los acontecimientos de la vida. Una falta percibida de apoyo social (cónyuge, confidente, etc.) también afecta la respuesta al estrés. Las personas con herpes zoster tuvieron una probabilidad significativamente mayor de haber tenido eventos negativos en la vida en los 2, 3 o 6 meses anteriores a la aparición del zoster, y haber tenido significativamente más eventos de la vida total en los 6 meses anteriores al brote.
Manejo del estrés para prevenir un brote
Las personas estresadas a menudo intentan y manejan adoptando hábitos de salud riesgosos que contribuyen a su estrés y funciones inmunológicas. Estos incluyen malos hábitos alimenticios, interrupciones en los patrones de sueño y menos ejercicio. Además, tienden a abusar del alcohol, los cigarrillos y otras drogas. Para manejar mejor el estrés y prevenir un brote de zoster, estos hábitos negativos deben evitarse. Además, las interacciones sociales, especialmente la inclusión de un confidente, pueden ayudar a reducir la posibilidad de desarrollar zoster..