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    Té de menta y reflujo ácido

    El té de menta puede servir como una ayuda digestiva natural y como un remedio para una variedad de enfermedades, desde la congestión sinusal hasta el síndrome del intestino irritable. Sin embargo, a pesar de la prevalencia del sabor a menta en las mentas después de la cena y los antiácidos de venta libre, el té de menta no es la mejor opción para tratar el reflujo ácido o la acidez estomacal. De hecho, la menta puede empeorar el problema, especialmente para las personas que padecen la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

    Una taza de menta. (Imagen: YelenaYemchuk / iStock / Getty Images)

    Demasiada relajación

    El esófago está conectado directamente al estómago, pero está separado por un músculo esfínter que permite el flujo en una sola dirección. Cuando el músculo del esfínter está cerrado, la comida entra en el estómago pero no vuelve a salir. El té de menta puede relajar los músculos del estómago, lo que ayuda a la digestión, pero esto también relaja el esfínter para que el ácido del estómago pueda volver al esófago (de ahí el término “reflujo ácido”) y quemar el revestimiento del esófago. Así que si tiene acidez estomacal, no tome esa taza de té de menta..