Qué hacer cuando un niño de dos meses tiene tos
La tos es la forma natural de su bebé de 2 meses de eliminar la flema, el moco y otros líquidos de la garganta, los pulmones y las fosas nasales. Sin embargo, como afirma Evan Forster en la revista "American Baby", los niños menores de 4 meses no tosen mucho a menos que sea un problema grave o una enfermedad, por lo que es imperativo entender por qué ocurre y qué puede hacer al respecto..
Determinar la causa
Evalúe los síntomas de su bebé para determinar la causa de su tos. Una tos acompañada de estornudos, fiebre baja, picazón en los ojos y secreción nasal a veces indica un resfriado común. Si la tos no desaparece y está acompañada por un drenaje de moco, es muy probable que su bebé sufra alergias o asma. Su bebé puede tener virus sincitial respiratorio, RSV, si su tos empeora con el tiempo o si se acompaña de dificultad para respirar. El crup suena descortés y tiende a empeorar durante la noche..
Aliviar los síntomas
Exprima unas gotas de solución salina en la nariz de su bebé y luego aspire el moco con una jeringa. Esto ayudará a aliviar la tos al diluir el moco atrapado y retirarlo de las fosas nasales y la garganta. Eleve la cuna de su bebé enrollando unas cuantas toallas y colocándolas debajo de la cabecera del colchón de su bebé. Alternativamente, acueste a su bebé para que duerma en el asiento de su automóvil o en su columpio para evitar que el líquido se drene por la garganta y provoque una tos. Dele a su bebé un baño caliente para calmar y humedecer sus vías respiratorias.
Llame al médico de su bebé
Póngase en contacto con su pediatra si la tos de su bebé va acompañada de dificultad para respirar, fiebre, respiración rápida, irritabilidad extrema, respiración ruidosa o musical o sibilancias. Llame a servicios de emergencia si su bebé comienza a toser sangre, muestra signos de deshidratación o tiene un matiz oscuro o azul en la lengua, la cara o los labios. Estos síntomas pueden ser signos de una complicación o enfermedad grave, como neumonía o tos ferina.
Prevenir la Reincidencia
Debido a que la falta de sueño disminuye el sistema inmunológico y hace que su hijo sea más susceptible a las enfermedades, asegúrese de que su bebé duerma aproximadamente 18 horas al día. Acueste a su bebé para las siestas frecuentes durante el día e implemente un entorno de sueño tranquilo y reconfortante a la hora de dormir. Cubra las ventanas con cortinas para bloquear las luces de la calle o la luz de la luna y escuche música suave o una máquina de ruido blanco. Mantenga su casa limpia desinfectando mostradores, manijas de las puertas y juguetes a menudo con toallitas antibacterianas o lejía.