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    Relación entre linfocitos y nutrición

    Su sistema inmunológico forma una barrera contra las enfermedades infecciosas. Los linfocitos, una clase de glóbulos blancos, desempeñan un papel clave en el reconocimiento y la lucha contra patógenos dañinos. Los linfocitos de células B producen anticuerpos, un tipo de proteína que se adhiere a los patógenos y los marca para su destrucción, y los linfocitos de células T engullen y destruyen al patógeno. Varios factores afectan la salud de sus linfocitos, pero una dieta rica en nutrientes esenciales los ayuda a funcionar.

    La vitamina A en las zanahorias nutre tus linfocitos. (Imagen: George Doyle / Stockbyte / Getty Images)

    Vitamina A

    La vitamina juega un papel clave en la función de los lifocitos. El ácido retinoico, una forma de vitamina, guía el desarrollo de las células madre de la médula ósea hacia linfocitos maduros. La vitamina A también activa los linfocitos de células T para que puedan combatir las infecciones, mientras que una deficiencia de vitamina A evita la función adecuada de los linfocitos. El solo hecho de agregar un puñado de verduras de hoja verde o una ración de vegetales de naranja a su dieta todos los días le ayuda a obtener las 2,333 UI recomendadas de vitamina A para las mujeres y 3,000 UI para los hombres. Una sola media taza de batata o calabaza contiene más de 3,000 UI de vitamina A, mientras que una taza de zanahorias cuenta con aproximadamente 3,200 UI. La espinaca y la col rizada también vienen con vitamina A: una media taza de verduras cocidas contiene 1,572 y 1,475 UI, respectivamente.

    Vitamina B-6

    Obtener suficiente B-6 en su dieta ayuda a que los linfocitos maduren, mientras que una deficiencia evita que los glóbulos blancos en crecimiento se conviertan en linfocitos activos de células T y B. La deficiencia de vitamina B-6 también disminuye la producción de una proteína, llamada interleucina-2, que los linfocitos necesitan para funcionar. Su dieta debe proporcionar 1,3 miligramos de vitamina B-6 al día. Una porción de 6 onzas de salmón proporciona aproximadamente tres cuartos de este objetivo de ingesta, mientras que una porción de 4 onzas de pavo o pollo contiene 40 y 78 por ciento de su ingesta diaria recomendada, respectivamente. Para fuentes vegetarianas de vitamina B-6, use bananas, espinacas y avellanas..

    Zinc

    El zinc activa cientos de proteínas en su cuerpo, incluida una hormona llamada timulina, que es esencial para la función de los linfocitos T. También ayuda a que sus linfocitos se desarrollen adecuadamente. Solo necesita una pequeña cantidad de zinc al día para la función inmunológica: 11 miligramos para hombres y 8 miligramos para mujeres. Una sola porción de seis ostras de cocción mediana contiene más de la cantidad de zinc que necesita cada día, mientras que una porción de 3 onzas de carne de res y cangrejo contiene hasta 5.8 y 4.7 miligramos de zinc, respectivamente. Los cacahuetes y las almendras contienen 0.9 miligramos de zinc por onza, una onza de anacardos proporciona 1.6 miligramos y una media taza de garbanzos contiene hasta 1.3 miligramos de zinc.

    Proteína

    Mientras que el zinc y las vitaminas A y B-6 juegan un papel particularmente importante en la salud de los linfocitos, otros nutrientes también son importantes para su función. Obtener suficiente proteína en su dieta ayuda a que sus linfocitos funcionen, mientras que una dieta baja en proteínas reduce su recuento de células de linfocitos y dificulta la formación de anticuerpos, que a su vez afectan negativamente la función de los linfocitos..

    Sus necesidades de ingesta de proteínas dependen de su nivel de actividad y peso. Los adultos promedio deben multiplicar su peso, en libras, por 0.4 para determinar cuántos gramos de proteína necesitan cada día. Los atletas de resistencia deben multiplicar su peso por 0.6 para determinar sus necesidades de proteínas, mientras que los entrenadores de fuerza deben multiplicarse por 0.8, recomienda la Extensión de la Universidad del Estado de Iowa. Use una combinación de fuentes de proteínas saludables, como aves de corral, pescado, nueces, frijoles, huevos y productos lácteos, para alcanzar su meta de consumo.