Efectos secundarios del queso
El queso es un alimento fermentado hecho de leche, generalmente cosechado de vacas, cabras o ovejas. Algunas variedades de queso tienen moldes que le dan un sabor característico. El queso es una excelente fuente de calcio, que es importante para la salud de los huesos y los dientes, y las proteínas, para el mantenimiento y la construcción de los músculos. Sin embargo, el consumo de queso también puede causar una serie de problemas en algunas personas..
Intolerancia a la lactosa
Algunas personas son intolerantes a la lactosa, lo que significa que no pueden digerir la lactosa que se encuentra en la leche y los productos lácteos. Como resultado, el consumo de lactosa causa hinchazón abdominal, calambres, diarrea, gases y náuseas, generalmente de 30 minutos a 2 horas después de consumir el producto lácteo. Existen diferentes niveles de intolerancia a la lactosa. Para aquellos que pueden tolerar un poco de lactosa, generalmente pueden consumir queso porque el proceso de fermentación reduce el contenido de lactosa en gran medida. Según el "Manual de Práctica Dietética", los quesos duros y envejecidos contienen la menor cantidad de lactosa. Sin embargo, el queso fresco y suave aún contiene cantidades significativas de lactosa y es probable que cause problemas en estas personas.
Alergia a productos lácteos
La alergia a la proteína de la vaca, o alergia a los lácteos, es diferente de la intolerancia a la lactosa. Las personas alérgicas a la proteína de la vaca no pueden tolerar ninguna cantidad de esta proteína, por lo que deben evitarse todos los tipos de queso hechos con leche de mamíferos. Algunos de los síntomas de alergia a los productos lácteos que figuran en el "Manual de medicina clínica de Oxford" incluyen eccema, erupciones, urticaria, diarrea, gases, estreñimiento y asma.
Sensibilidad de amina
Algunas personas son sensibles a las aminas, una clase de sustancias que se encuentran en algunos alimentos. Los alimentos comunes que contienen aminas son el queso, el chocolate, los cítricos y el vino. El consumo de estos por individuos sensibles a las aminas causa dolores de cabeza, erupciones y elevaciones de la presión arterial. Los quesos frescos, como la mozzarella, la cabaña y la ricotta, pueden no causar problemas ya que sus niveles de amina son muy bajos. Por otro lado, los quesos curados son muy ricos en aminas..
El aumento de peso y la presión arterial alta
El queso, especialmente las variedades duras, tiende a ser alto en calorías y sal, y el consumo regular puede provocar aumento de peso e hipertensión. Debe limitar el consumo de queso si desea controlar su peso o padecer una afección cardíaca. Los quesos blandos tienen menos calorías y sal que los quesos duros, lo que los convierte en una opción más saludable.