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    Ojos en niños

    Para muchos padres, ver los ojos de un bebé rodando por primera vez puede ser una experiencia preocupante, capaz de elevar las cejas y la presión arterial. El movimiento de los ojos en los bebés puede ser normal, pero también puede ser un signo de una condición de salud potencialmente grave. Conozca los hechos acerca del movimiento de los ojos en bebés, incluidas las posibles causas y síntomas, así como saber cuándo debe buscar al médico de su bebé..

    Hechos

    Al igual que muchos otros sistemas corporales al nacer, el sistema de visión subdesarrollado de su bebé necesita tiempo adicional para madurar completamente y funcionar correctamente. Según el Dr. Alan Slater, profesor asociado de psicología en la Universidad de Exeter y autor colaborador de "Blackwell Handbook of Infant Development", la visión infantil durante el primer mes después del nacimiento generalmente se estima en alrededor de 20/600, muy lejos de la Visión 20/20 que tienen la mayoría de los adultos. En general, su recién nacido puede enfocarse hasta una distancia de aproximadamente 8 a 12 pulgadas, que es lo suficientemente lejos para que pueda ver y concentrarse en su cara cuando lo está sosteniendo. La vista de su bebé madura con el tiempo a medida que su cerebro y sus ojos desarrollan la capacidad de comunicarse de manera más efectiva.

    Causas

    Los casos de movimientos oculares en los bebés a menudo ocurren naturalmente como parte del desarrollo normal. Cuando su bebé se quede dormido, es posible que note que el ojo se gira lentamente cuando abre y cierra los ojos repetidamente. Según el Dr. Richard Ferber, director del Centro de Trastornos Pediátricos del Sueño del Children's Hospital Boston y coautor de "Principios y Práctica de la Medicina Pediátrica del Sueño", este tipo de movimiento normal de los ojos puede desarrollarse cuando su bebé está despierto, somnoliento o en una transición entre el sueño y la vigilia. Las causas graves del desplazamiento del ojo infantil incluyen lesiones en la cabeza, convulsiones e hipoglucemia o niveles bajos de azúcar en la sangre.

    Los síntomas

    Los bebés que experimentan un movimiento normal de los ojos no suelen mostrar otros signos o síntomas de que algo anda mal. Pero si el movimiento de los ojos de su bebé está relacionado con un problema grave, generalmente revelará otros síntomas. Dependiendo de la causa, los síntomas neurológicos, como temblores, temblores o convulsiones, a menudo acompañan el movimiento anormal de los ojos. Otros signos de que necesita hacer una llamada inmediata al médico de su bebé incluyen movimientos rápidos o bruscos en uno o ambos lados del cuerpo, cambios repentinos en el color de la piel, respiración irregular, irritabilidad excesiva y llanto prolongado.

    Consideraciones

    La observación cuidadosa y frecuente es una de las formas más importantes de determinar si el movimiento de los ojos del bebé es grave o no. Considere llevar un registro diario del hábito de rodar los ojos de su bebé. Esto le ayudará a identificar exactamente cuándo lo hace su bebé, así como qué otros comportamientos o síntomas acompañan al movimiento de los ojos. ¿Lo hace ella a cierta hora del día? ¿Hay otros síntomas neurológicos o signos molestos que acompañan al movimiento del ojo? Por encima de todo, confía en tu instinto; Si cree que el movimiento de los ojos de su bebé es inusual o si observa otras señales de que algo anda mal, comuníquese con su pediatra de inmediato..

    Advertencia

    Si el movimiento de los ojos de su bebé va acompañado de rigidez en las extremidades u otros signos de convulsiones, como movimientos bruscos del cuerpo y llanto, entonces deberá tener especial cuidado para asegurarse de que su bebé no se lastime. Las convulsiones en los bebés pueden surgir por múltiples causas, como fiebre, infecciones y epilepsia, y requieren medidas rápidas y efectivas para minimizar el daño potencial a su bebé. Afloje la ropa ajustada y permita que su bebé se mueva libremente durante la convulsión, preferiblemente en un área grande y plana, como su piso. Ponlo de lado para evitar que se ahogue si desarrolla una acumulación excesiva de líquido en la boca o vomita. Lleve a su bebé a su pediatra o a la sala de emergencias inmediatamente después de la convulsión para realizar pruebas y diagnósticos para determinar la causa.