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    Trastornos cerebrales que causan contracciones en los ojos

    Informes de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría de los Estados Unidos (American Psychiatric Association) informan que la ocurrencia poco frecuente de contracciones oculares es normal, pero también puede ser un fenómeno continuo o frecuente, y puede ser un síntoma de un trastorno neurológico. Otras causas de las contracciones oculares intensas o repetidas incluyen el alcohol y las drogas que ralentizan el sistema neurológico a través de la llamada vía GABA. El alcohol y las benzodiacepinas, un grupo de medicamentos que incluyen Valium y Xanax, hacen que las neuronas de expresión de GABA produzcan grandes cantidades de GABA. Esto resulta en un retraso significativo del sistema neurológico, que puede causar movimientos involuntarios y contracciones faciales.

    La contracción repetitiva de los ojos puede ser un síntoma de un trastorno neurológico. (Imagen: Photodisc / Photodisc / Getty Images)

    Síndrome de Tourette

    El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico crónico que da lugar a tics motores y vocales involuntarios, como contracciones oculares, muecas y vocalizaciones. Contrariamente a las representaciones populares del trastorno, la tendencia a repetir las maldiciones no es un efecto común del síndrome de Tourette. El síndrome de Tourette se trata comúnmente con medicamentos antipsicóticos. Esto reduce los tics en cierta medida, pero también puede actuar como un sedante. Una forma más efectiva de reducir los tics es someterse a un tipo de terapia cognitivo-conductual llamada "intervención conductual integral para tics", o CBIT, informa un equipo de investigación de la UCLA en el número del 19 de mayo de 2010 del "Journal of the American Medical Association". " Los investigadores asignaron al azar CBIT y otras formas de asesoramiento a 126 niños y adolescentes con casos graves de síndrome de Tourette, y encontraron que CBIT llevó a una reducción más significativa de la aparición de tics que a tratamientos alternativos.

    Parálisis de campana

    La parálisis de Bell es un tipo de parálisis facial que surge cuando se lesiona el séptimo nervio craneal, que controla el movimiento de los músculos faciales. Suele dar lugar al babeo, a los párpados caídos y a los tics motores, como la contracción de los ojos y la contracción facial. Los investigadores solían creer que el virus del herpes fue el desencadenante de la parálisis de Bell. Sin embargo, un metaanálisis Cochrane de datos anteriores muestra que los agentes antivirales utilizados para tratar el herpes labial y el herpes genital no tienen un efecto significativo en la parálisis de Bell, lo que arroja dudas sobre la hipótesis de que el herpes es un desencadenante de esta condición. Los hallazgos fueron publicados en la edición de noviembre de 2009 de la "Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas".

    Distonía

    La distonía es un trastorno neurológico que generalmente resulta en movimientos repetitivos, posturas anormales, torsiones o tics faciales, incluido el cambio de los ojos. La distonía puede estar relacionada con el nacimiento o como resultado de envenenamiento, infección o abuso de drogas. Las personas con la forma hereditaria de distonía tienen un defecto en el gen DYT1, lo que provoca errores de formación de la proteína torsina A, que protege contra el estrés celular, informa un equipo de investigación en la edición del 10 de marzo de 2010 de "Modelos y mecanismos de enfermedades". El equipo encontró que la ampicilina, un fármaco en el grupo de la penicilina, puede activar la torsina y prevenir contracciones musculares prematuras..

    Enfermedad de Parkinson

    La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico que provoca temblor, contracciones en los ojos, desequilibrio postural y dificultad para iniciar el movimiento. A nivel molecular, el Parkinson se produce como resultado de un deterioro de la actividad de los microARN, moléculas que ayudan a las células a producir proteínas. Los hallazgos fueron publicados en la edición del 29 de julio de 2010 de "Nature". Los investigadores encontraron que cuando se deteriora la actividad de los microRNAs, las neuronas que ayudan a producir dopamina sufren una muerte prematura, lo que causa una dificultad para iniciar y controlar la actividad motora..