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    Vasos sanguíneos rotos en el cerebro

    Un vaso sanguíneo roto en el cerebro se conoce como accidente cerebrovascular hemorrágico. De acuerdo con la American Heart Association y el American Stroke Association Stroke Council, aproximadamente del 10 al 15 por ciento de todos los primeros accidentes cerebrovasculares son el resultado de un vaso sanguíneo roto en el cerebro. Las hemorragias arteriales generalmente tienen peores resultados que las hemorragias venosas, pero cualquiera de las dos formas puede ser potencialmente mortal. Con un tratamiento rápido, es posible sobrevivir a un accidente cerebrovascular hemorrágico y recuperar una calidad de vida casi normal. La atención médica rápida es crucial para la supervivencia.

    Un médico está mirando a una exploración del cerebro. (Imagen: Medioimages / Photodisc / Digital Vision / Getty Images)

    Los síntomas

    Un accidente cerebrovascular hemorrágico suele ocurrir sin previo aviso. Los pacientes suelen experimentar un dolor de cabeza repentino e intenso. Pueden sentir debilidad o entumecimiento en un lado de la cara o el cuerpo. Otros síntomas posibles incluyen pérdida de equilibrio; pérdida de coordinación; dificultad para caminar; problemas para hablar o entender el habla; y problemas de vision.

    El tratamiento rápido es crucial si experimenta síntomas de un accidente cerebrovascular hemorrágico. Sin un suministro constante de sangre, las células cerebrales mueren rápidamente. Incluso las células cerebrales lejos del vaso sanguíneo roto pueden dañarse por la hinchazón. El cerebro no puede volver a crecer las células muertas, por lo que la función perdida en un accidente cerebrovascular a menudo nunca se recupera. Cuanto más rápido un paciente reciba tratamiento médico, más probable es que sobreviva y retenga funciones cerebrales importantes..

    Factores de riesgo y prevención

    Debido a que el accidente cerebrovascular hemorrágico puede provocar la muerte o una discapacidad irreversible, la prevención es vital. Muchos de los factores de riesgo para el accidente cerebrovascular hemorrágico, sin embargo, son controlables. El factor de riesgo modificable más importante es la presión arterial alta o hipertensión. Según la National Stroke Association, la hipertensión contribuye al 60 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Fumar, el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas ilícitas también aumentan el riesgo de apoplejía. Los Institutos Nacionales de la Salud establecen que las personas pueden reducir significativamente el riesgo de apoplejía al reducir su consumo de alcohol, dejar de fumar y controlar el colesterol alto.

    Algunos factores de riesgo están fuera del control directo del paciente. Ciertos trastornos de la sangre, como la hemofilia y la enfermedad de células falciformes, aumentan el riesgo de un ataque cerebral hemorrágico. Las personas con estas enfermedades todavía pueden reducir su riesgo al controlar cuidadosamente su presión arterial y tomar decisiones de estilo de vida saludables.

    Diagnóstico

    Cuando un paciente ingresa al hospital con síntomas que sugieren un accidente cerebrovascular hemorrágico, el personal medial realiza una evaluación neurológica. Esto implica que el paciente realice tareas simples y haga preguntas para determinar si el paciente está consciente de su entorno. Si parece probable que se produzca un derrame cerebral, los médicos ordenarán imágenes del cerebro para confirmar la presencia de una hemorragia.

    Tratamiento

    Los médicos tienen varias herramientas a su disposición para tratar un vaso sanguíneo roto. La herramienta de tratamiento que elijan depende en gran medida de la ubicación del sangrado. Los cirujanos a menudo no intentarán operar una ruptura profunda en el cerebro, ya que la cirugía puede causar mucho daño al tejido. En tales casos, el tratamiento se centra en reducir la presión arterial para limitar el sangrado y ayudar al cuerpo del paciente mientras intenta repararse a sí mismo. Los cirujanos pueden insertar un drenaje extraventricular, un dispositivo temporal que ayuda a drenar el líquido para reducir la presión en el cerebro.

    Si el sitio de la hemorragia no es profundo en el cerebro, los cirujanos pueden recomendar la operación. A veces, pueden cortar el vaso roto y detener el flujo de sangre al sitio de la ruptura. Alternativamente, pueden insertar una pequeña bobina en el sitio de la ruptura, lo que promueve la coagulación de la sangre, ayudando a cerrar el vaso roto..

    Pronóstico

    Con atención médica inmediata, las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular hemorrágico pueden recuperarse y volver a una vida con pocas limitaciones. La recuperación comúnmente requiere meses de terapia de rehabilitación. Sin embargo, las personas que no reciben un tratamiento rápido o sufren una hemorragia cerebral grave pueden sufrir una pérdida grave y permanente de ciertas funciones cognitivas o físicas..