Influencias ambientales en el crecimiento y desarrollo humano
Todos los componentes del desarrollo humano están entretejidos y están influenciados por el medio ambiente. El hogar, la comunidad, los entornos físicos y escolares influyen en la manera en que los humanos se comportan, piensan, se involucran, crecen y procesan las emociones. Los ambientes enriquecedores contribuyen a resultados de salud positivos y menos desafíos de desarrollo. Cuando se incluyen circunstancias como la pobreza, está claro que su impacto en el medio ambiente representa una amenaza para el crecimiento y desarrollo de las personas (ver ref. 1). Se sugiere que un entorno propicio puede ayudar a promover un crecimiento y desarrollo saludables (ver ref. 2).
Ambiente empobrecido
Los bebés y los niños de entornos de bajos ingresos a menudo tienen bajo peso y experimentan un retraso en el crecimiento (ver ref. 2). La pobreza representa un riesgo para el desarrollo en los entornos empobrecidos que representan amenazas para la mente, el cuerpo y el espíritu de los individuos (ver ref. 1). La pobreza también aumenta la probabilidad de un bajo rendimiento académico, problemas de salud física, como la desnutrición, la obesidad, los altos índices de depresión, el abuso infantil, las lesiones físicas y más. Bajo estas condiciones, los niños a menudo tienen un bajo rendimiento en la escuela y a muchos les resulta difícil graduarse de la escuela secundaria cuando son mayores, lo que limita el progreso individual dentro de la sociedad.
Ambiente Escolar y Comunitario
En un estudio de 2012 publicado por el American Journal of Public Health, los investigadores encontraron que los niños expuestos a homicidios en su vecindario tenían más dificultades para concentrarse en su trabajo en el aula. También les fue difícil controlar sus impulsos. Cuanto más se acercó el crimen a sus hogares, más difícil fue para los niños de 3 a 4 años concentrarse o acelerarse (ver ref. 3).
Ambiente en el hogar
La manera en que los padres tratan a sus hijos influye en la forma en que los niños interactúan entre sí dentro y fuera del hogar. Los niños criados en un hogar plagado de discordia, estrés de los padres y disciplina excesiva, por lo general exhiben desafíos en el procesamiento de las emociones y el control de sus comportamientos. También es posible que los niños absorban y se apropien del maltrato (ver ref. 4). La depresión de los padres es otro desafío ambiental que se plantea al crecimiento y desarrollo de los niños, ya que a menudo conlleva dificultades para adaptarse y otros problemas que comienzan a una edad temprana (ver ref. 5). En ambos casos, sin embargo, la conciencia puede ayudar a lograr un cambio positivo.
Ambiente de crianza
Los ambientes enriquecedores ayudan a los niños a aprender a regular y verbalizar sus emociones de una manera apropiada para sus edades. Están mejor preparados para enfrentar situaciones estresantes e interactuar positivamente con sus compañeros. El rendimiento escolar también mejora. La participación activa de los padres ayuda a mejorar el proceso de pensamiento y la autopercepción de un niño; También son más exitosos en la escuela. Cuando los padres establecen límites dentro de la razón, los niños se sienten amados y confiados. La agresión disminuye, al igual que la práctica del consumo de alcohol por menores de edad, el uso de drogas, la delincuencia y la violencia. (ver ref. 1)