Deficiencia de hierro y colesterol alto
Su cuerpo necesita hierro para la producción de hemoglobina, la proteína especializada que da a los glóbulos rojos su color rojo. La hemoglobina transporta oxígeno en la sangre, lo que la hace vital para la función de todas las células. Un alto nivel de hierro en la sangre puede provocar la producción de hierro bioactivo, que puede promover el estrés oxidativo. El estrés oxidativo contribuye a la aterosclerosis, una condición exacerbada por el colesterol alto. En contraste, una deficiencia de hierro no contribuye a los problemas cardiovasculares, pero la condición médica resultante de la anemia por deficiencia de hierro también causa síntomas.
Su médico puede controlar sus niveles de hierro y colesterol mediante análisis de sangre. (Imagen: verve231 / iStock / Getty Images)Daños por hierro
Su cuerpo funciona a través de una serie de reacciones bioquímicas continuas. Muchas de estas reacciones requieren oxígeno. Algunas de las reacciones que involucran al oxígeno producen un subproducto llamado radical libre, también llamado una especie reactiva de oxígeno o ROS. La presencia de moléculas de ROS causa estrés oxidativo en su cuerpo, lo que promueve la inflamación y causa daño celular. La investigación publicada en "BMC Medical Genomics" afirma que las moléculas de hierro libres en la sangre pueden reaccionar con proteínas y lípidos insaturados, un tipo de grasa, y promover la producción de especies reactivas de oxígeno. De esta manera, el exceso de hierro en su cuerpo contribuye al proceso de aterosclerosis.
Aterosclerosis
El estrés oxidativo y los radicales libres pueden dañar las células que recubren los vasos sanguíneos, induciendo inflamación. Las áreas de daño atraen la acumulación de sustancias grasas, colesterol, calcio y otros productos de desecho en la sangre. A medida que estas sustancias se acumulan, un proceso conocido como aterosclerosis, forman placa. La placa hace que las paredes de los vasos sanguíneos se vuelvan gruesas y duras, lo que restringe el flujo de sangre y puede provocar una enfermedad cardíaca, la principal causa de muerte en los Estados Unidos. Debido a que los niveles altos de hierro en la sangre aumentan la cantidad de daño y los niveles altos de colesterol aumentan la tasa de aterosclerosis, estas dos condiciones deben evitarse.
Colesterol alto
El colesterol es un lípido, definido como una sustancia que no se puede mezclar con agua o sangre, ya que la sangre consiste principalmente de agua. Su cuerpo necesita colesterol para proporcionar estructura a las membranas celulares, promover la producción de hormonas y vitaminas y producir los ácidos biliares necesarios para la digestión de las grasas. Sus células hepáticas producen la mayor parte del colesterol en su cuerpo, pero los alimentos que consume pueden aumentar sus niveles de colesterol. Para viajar a través de la sangre, el colesterol debe unirse a proteínas especializadas conocidas como lipoproteínas. La lipoproteína de baja densidad, llamada LDL, se une al colesterol en el hígado y lo transporta a través de los vasos sanguíneos a las células. Si su sangre contiene demasiado colesterol, definido como un nivel de colesterol total de 240 mg / dL o más, sus células no pueden usarlo todo y permanece en los vasos sanguíneos. Esto permite que más colesterol se acumule en la placa, contribuyendo así a la aterosclerosis. Los médicos lo instan a mantener su nivel de colesterol total a menos de 200 mg / dL y su colesterol LDL a menos de 100 mg / dL.
La anemia por deficiencia de hierro
Aunque demasiado hierro en la sangre puede causar daño a los vasos sanguíneos, muy poco hierro causa anemia por deficiencia de hierro. Sin suficiente hierro, su cuerpo no puede producir hemoglobina. Sin la hemoglobina, el número de glóbulos rojos disminuye, causando una reducción en la cantidad de oxígeno disponible para las células. La anemia por deficiencia de hierro causa fatiga, debilidad, falta de aliento, mareos y dolor en el pecho. Para evitar el consumo excesivo o excesivo de hierro, debe comer una dieta saludable que contenga alimentos ricos en hierro, como carne de res o pollo con poca grasa, pescado, frijoles y lentejas. Esto le ayudará a cumplir con la ingesta diaria recomendada de 8 mg por día para hombres y mujeres posmenopáusicas y 18 mg por día para mujeres premenopáusicas, establecido por el Instituto de Medicina.