¿Cuáles son los riesgos con la ingesta excesiva de proteínas?
La proteína proporciona los materiales necesarios para que el cuerpo construya y repare tejido y produzca hormonas, entre otras funciones vitales. La mayoría de los estadounidenses obtienen cantidades más que adecuadas de proteínas en su dieta, lo que hace que las deficiencias sean poco frecuentes. Las mujeres adultas deben obtener 46 gramos por día, los hombres adultos 56 g. Podría pensar que si la proteína es tan importante, ¿no sería mejor? Desafortunadamente, ese no es el caso. El consumo excesivo de proteínas puede tener consecuencias inesperadas..
Un hombre está cortando un asado. (Imagen: JohanLenell / iStock / Getty Images)Energía reducida
El cuerpo humano se basa principalmente en grasas y carbohidratos para obtener energía. Con una ingesta excesiva de proteínas, su dieta podría no alcanzar el consumo dietético recomendado de estas fuentes de energía. Su cuerpo puede descomponer las proteínas como combustible si es necesario, pero requiere más energía y recursos para hacerlo, haciéndolo menos eficiente. Una dieta baja en carbohidratos podría afectar su resistencia, por lo que no puede hacer ejercicio por tanto tiempo..
Aumento de peso
El cuerpo humano tiende a responder de manera conservadora al exceso de ingesta de alimentos al almacenar el exceso para que tenga recursos a los que recurrir en momentos de estrés. La ingesta excesiva de proteínas no es una excepción. Sin embargo, la proteína extra se almacena como grasa que puede llevar al aumento de peso. Algunas personas pueden seguir una dieta alta en proteínas pensando que podría ayudarles a perder peso. En realidad, esta estrategia podría ser contraproducente si no mantiene la ingesta total de calorías en línea con el gasto de energía. Tener sobrepeso conlleva varias consecuencias graves para la salud, incluido un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes.
Riesgo de osteoporosis
La digestión es un proceso complicado. El consumo excesivo de proteínas puede tener un impacto negativo, lo que lleva a una menor densidad ósea. Un estudio realizado en 2010 por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades descubrió que el consumo excesivo de proteínas, especialmente de fuentes animales, disminuía la acumulación de masa ósea en individuos con bajo consumo de calcio. Lo más perturbador de estos hallazgos es que los participantes en el estudio eran adolescentes pubescentes. La baja densidad de masa ósea a esta edad establece el escenario para un mayor riesgo de osteoporosis más adelante en la vida. Incluso con una ingesta adecuada de calcio, el exceso de proteínas puede aumentar la excreción de calcio, lo que complica aún más este riesgo.
Cambios en la tasa metabólica
Un cambio en la dieta que incluya una mayor ingesta de proteínas también puede afectar su tasa metabólica. La razón detrás de este fenómeno radica en la química detrás del metabolismo de las proteínas. El proceso requiere más agua, que puede, a su vez, conducir a la deshidratación. La descomposición de proteínas también aumenta la demanda de oxígeno. Cuando haces ejercicio vigorosamente, tu cuerpo se convierte en carbohidratos para obtener energía porque es más eficiente. El proceso requiere oxígeno. El consumo excesivo de proteínas puede privar al cuerpo del oxígeno que necesita para alimentar la actividad, lo que afecta aún más su rendimiento deportivo.