Indecisión y Ansiedad
Aunque la ansiedad es una respuesta esperada a situaciones difíciles, hay momentos en que las personas pueden sentirse tan abrumadas por la ansiedad que les resulta difícil tomar decisiones. La indecisión y la ansiedad pueden ser bastante comunes. La ansiedad puede causar una angustia tan profunda que hacer cualquier elección parece imposible. Enfrentarse a la indecisión debido a la ansiedad es una experiencia muy personal, y es importante abordarla de una manera que sea más útil que perjudicial.
Cuando las opciones se vuelven desafiantes
Para aquellos que experimentan ansiedad, la indecisión a menudo gira en torno a sentirse abrumado por las condiciones actuales y el temor a un resultado negativo. Un informe de un estudio de investigación publicado en abril de 2015 en "Nature Neuroscience" explica que en condiciones experimentales, las personas altamente ansiosas tuvieron dificultades para tomar decisiones porque no estaban seguros de los cambios repentinos en su entorno. Cuando se enfrentaban a cambios repentinos, a estas personas les resultaba difícil asimilar nueva información. Debido a que era un reto para ellos aceptar nueva información, esa información no se podía utilizar para influir positivamente en su toma de decisiones. Los cambios repentinos los hicieron aún más angustiados..
Biología en Indecisión y Ansiedad.
Ciertas áreas del cerebro ayudan a las personas a tomar decisiones, incluso cuando no están seguras. La amígdala ayuda a las personas a procesar emociones, incluidos el miedo y la ansiedad. La corteza prefrontal juega un papel importante en ayudar a las personas a equilibrar sus comportamientos, pensamientos y emociones, a menudo aplastando el miedo o la ansiedad exagerados. Un artículo de revisión publicado en julio de 2012 en "Society of Biological Psychiatry" explica que los investigadores creen que estas partes del cerebro pueden funcionar de manera diferente en personas ansiosas. Las personas que tienden a estar ansiosas a menudo experimentan un miedo o una aprehensión exagerados, y los efectos amortiguadores de otras áreas del cerebro tienden a ser menos activos. Esto puede llevar a paralizar la indecisión, ya que el miedo y la ansiedad superan la capacidad de sopesar las opciones y tolerar la incertidumbre sobre cómo acabará la situación.
Indecisión individual y ansiedad
No hay dos personas que experimenten ansiedad e indecisión que reaccionen a las situaciones de la misma manera. Es posible que ni siquiera consideren que las mismas situaciones provocan ansiedad. Para algunos, la ansiedad puede afectar todas sus decisiones, y para otros, solo puede afectar a un cierto tipo de decisión. Por ejemplo, alguien que ha estado en un accidente automovilístico grave puede tener dificultades para decidir si ir al trabajo debido al inquietante temor de posiblemente sufrir otro accidente. Otra persona que haya tenido la misma experiencia puede saltar al asiento del conductor sin dudarlo. Ninguna de las personas es correcta o incorrecta. La combinación de indecisión y ansiedad es solo una experiencia muy personal, que está influenciada por los rasgos y experiencias de la personalidad..
Más allá de la indecisión y la ansiedad
Debido a que las personas experimentan la ansiedad de manera diferente, la manera en que se sientan cómodos con la toma de decisiones también variará. El desarrollo de nuevos mecanismos de afrontamiento puede ser útil, y uno de los primeros pasos es aceptar que las incertidumbres van y vienen para todos. Pero hay momentos en que la ansiedad puede ser tan paralizante que es imposible adoptar un nuevo mecanismo de afrontamiento sin ayuda externa. Si se enfrenta a las decisiones necesarias, pero la idea de tomar una decisión es demasiado difícil de soportar, tal vez sea mejor pedir ayuda. Hable con su médico o llame a un centro de crisis de salud mental para encontrar un consejero en su área.