Nadar después de una amigdalectomía
Una amigdalectomía no es divertida en el mejor de los casos, pero al menos hace que los niños tengan una semana gratis fuera de la escuela. La mala noticia es que si a esos niños les encanta nadar, tendrán que pasar ese tiempo libre en tierra firme. El área afectada necesita tiempo adicional para curarse adecuadamente, por lo que nadar de inmediato no es una opción.
Chica joven nadando en la piscina (Imagen: Miroslav Ferkuniak / iStock / Getty Images)Tiempo de la sarna
Amígdalas es un término general que se refiere a varias partes diferentes de la boca. Se llama amigdalectomía cuando se extraen las amígdalas palatinas. Estos tejidos en cada lado de la parte superior de la garganta están sujetos a infecciones repetidas, por lo que deben cortarse. Luego, el área debe limpiarse y curarse antes de que el niño pueda regresar a sus actividades normales, como nadar. La sarna tarda de cinco a diez días en caerse.
Evitar nadar
Si no está seguro de cuánto tiempo debe evitar nadar después de la cirugía, pregunte al equipo de atención médica que realiza la operación. Las opiniones profesionales varían. Por ejemplo, el Children's Hospital de Pittsburgh dice que los niños pueden volver a nadar después de dos o tres semanas, y Johns Hopkins dice que toda actividad vigorosa debe evitarse durante dos semanas..
Puede haber sangre
Los médicos no quieren que los pacientes en recuperación tomen ninguna acción que pueda estimular el sangrado en el área afectada. La natación podría hacer eso, y es por eso que la mayoría quiere evitar tal acción durante al menos dos semanas. La hemorragia es una gran preocupación con la recuperación de la amigdalectomía, incluso si el paciente nunca ingresa a una piscina. Algunos médicos les piden a los padres que despierten al niño la primera noche para verificar si hay signos de sangre.
Qué hacer
Los padres solo deben permitir que sus hijos jueguen en silencio durante el tiempo de recuperación. La natación y otros deportes pesados también pueden causar problemas que podrían dificultar el proceso de la costra. Existe la posibilidad de que el niño no se sienta capaz de nadar de todos modos. Entre las muchas posibilidades comunes después de la cirugía están las náuseas, la fiebre y el dolor en la cabeza, el cuello y las orejas..