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    ¿Falta un día de ejercicio malo?

    Una agenda ocupada, una motivación menguante y entrenamientos duros pueden hacerte pensar dos veces antes de ir al gimnasio. Si bien faltar un día al ejercicio no descarrilará completamente su proceso, puede hacerlo como un hábito. Antes de saltar un entrenamiento, considere sus motivos. Cuando en el nombre de descanso y recuperación, saltarse un día puede ser beneficioso. Cuando el resultado de una falta de motivación, la falta de ejercicio puede obstaculizar su progreso.

    Una mujer joven está haciendo ejercicio afuera. (Imagen: Marili Forastieri / Photodisc / Getty Images)

    Ejercicio regular

    Ya sea que esté tratando de perder peso, desarrollar músculo o simplemente vivir un estilo de vida saludable, el ejercicio es una parte integral de su salud. El ejercicio ayuda a mantener su corazón fuerte, a quemar calorías y a aumentar su nivel de energía, por lo que es importante crear una rutina de ejercicios con la que se sienta cómodo y con el que pueda comprometerse a diario. La falta de un día aquí y allá no afectará negativamente su salud y bienestar en general, pero podría ser el comienzo de un hábito peligroso de saltearse el ejercicio de forma más regular..

    Descanso y Recuperación

    Cuando ha participado en un entrenamiento extenuante, como correr con resistencia o levantar pesas, darle a su cuerpo un día para recuperarse puede ayudarlo a volver más fuerte. Continuar con el ejercicio vigoroso cuando los músculos y las articulaciones están adoloridos puede provocar lesiones. Sin embargo, solo porque participe en un ejercicio de alto impacto no significa que deba omitir automáticamente su próximo entrenamiento. Los días entretenidos de entrenamiento de alto impacto con días de métodos de ejercicio de menor impacto pueden ayudarlo a mantenerse saludable, en el buen camino y sin lesiones..

    Mantenerse motivado

    Cuando has entrenado recientemente, puede ser tentador permitirte tomar un día o dos para evitar el gimnasio y participar en otras aficiones. Pero desviarse del camino puede hacer que resulte difícil volver a subir. Hacer del ejercicio parte de su rutina diaria es lo que lo convierte de una molestia diaria en un hábito diario. Manténgase motivado estableciendo objetivos fáciles de alcanzar y ofreciéndose incentivos. Por ejemplo, si vas al gimnasio todos los días durante una semana, obtienes una pedicura o una nueva camiseta. Esto te ayuda a poner tu pie en la puerta, incluso cuando no necesariamente tienes ganas de hacer ejercicio.

    Alternativas de ejercicio

    Incluso si no tiene ganas de ir al gimnasio, no significa que tenga que hacerlo sin hacer ejercicio por completo. En los días en los que tengas la tentación de saltarte un ejercicio, planifica otra actividad física. Ya sea un juego de recogida de voleibol en la playa, una caminata o incluso un estacionamiento lejos de tu edificio, no tiene que ser formal para hacer ejercicio. Al hacer un esfuerzo consciente para mover más tu cuerpo, podrás hacer ejercicio en los días en que no tienes motivación.