Cómo detener la pérdida de peso mientras VIH positivo
Las personas con VIH a menudo experimentan una rápida pérdida de peso, comúnmente conocida como pérdida de peso. El desperdicio le sucede a las personas con y sin medicamentos para el VIH. Las personas que experimentan desgaste pueden perder entre el 5 y el 10 por ciento o más de su peso corporal total en solo seis meses. No todo el peso perdido es grasa corporal. De hecho, grandes porciones de masa perdida pueden provenir de tejidos y músculos. Tenga en cuenta que el cuerpo de cada persona responde de manera diferente al VIH, y algunos todavía experimentarán pérdida de peso a pesar de sus mejores esfuerzos para prevenirlo..
Una mujer haciendo un press de banca y un hombre divisando por ella. (Imagen: Stockbyte / Stockbyte / Getty Images)Paso 1
Asegúrese de comer, como mínimo, suficientes calorías para mantener su peso. También tenga en cuenta las calorías adicionales que quema a través del ejercicio. Hable con su médico acerca de los medicamentos que aumentan el apetito y que pueden contrarrestar los efectos supresores del apetito de muchos medicamentos contra el VIH. Pruebe varias comidas pequeñas y bocadillos a lo largo del día si tiene problemas para terminar las tres comidas regulares.
Paso 2
Colabore con su médico para encontrar el régimen de medicación contra el VIH adecuado. Opte por uno que controle la progresión de su enfermedad con la menor cantidad de efectos secundarios. Los medicamentos contra el VIH, y el VIH mismo, pueden causar diarrea, vómitos, llagas en la boca y efectos secundarios que limitan su capacidad para comer o absorber nutrientes. A veces, modificar los medicamentos o agregar nuevos a su plan de tratamiento puede ayudar con los efectos secundarios.
Paso 3
Levantar pesas o hacer ejercicios de entrenamiento de fuerza al menos dos o tres veces por semana. Estas actividades ayudarán a desarrollar el tejido muscular y evitar la pérdida muscular asociada con el desgaste. Trabaje cada grupo muscular principal, incluidos los brazos, las piernas, la espalda, el pecho, los hombros y los músculos abdominales. Nunca trabaje en el mismo grupo muscular dos días seguidos para ayudar a prevenir lesiones musculares. Incluso levantar pesas muy pequeñas en casa puede ayudar.
Etapa 4
Hable con un consejero o terapeuta sobre sus sentimientos asociados con su enfermedad. Los pacientes con VIH a menudo experimentan depresión, lo que puede contribuir a una pérdida de apetito o falta de interés en cuidarse bien. Trabaje con su terapeuta para desarrollar un plan de tratamiento que puede incluir medicamentos, estrategias de afrontamiento, terapia grupal y grupos de apoyo.
Paso 5
Considere tratamientos de prescripción que aumenten la fuerza muscular y el tejido. Los medicamentos ideales también prevendrán la pérdida de músculos y tejidos, de acuerdo con la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts. Los tratamientos incluyen esteroides, inyecciones de testosterona y hormona del crecimiento humano. Hable con su médico para ver si uno o más de estos tratamientos tienen beneficios que superen sus riesgos.