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    Una fiebre después del ejercicio excesivo

    Trabajar tus músculos durante el ejercicio genera calor. Cuanto más intenso y prolongado sea el ejercicio, más calor generarán tus músculos. Tu cuerpo disipa este calor principalmente al sudar. A medida que el sudor se evapora, el calor del cuerpo se pierde. Un ligero aumento de la temperatura corporal no es inusual durante o inmediatamente después del ejercicio, especialmente si el ambiente es cálido y húmedo. Sin embargo, una elevación significativa en la temperatura corporal podría indicar agotamiento por calor, golpe de calor u otra condición grave. Una fiebre alta o persistente después del ejercicio excesivo no debe ser ignorada.

    Beber agua mientras hace ejercicio ayuda a mantener una temperatura corporal regular. (Imagen: mladensky / iStock / Getty Images)

    Enfermedad de calor por esfuerzo

    Un entrenamiento intenso o un evento deportivo que implique más esfuerzo físico del que estás acostumbrado puede llevar a una elevación excesiva de la temperatura corporal. Conocida por el término médico enfermedad de calor por esfuerzo (EHI), esta condición es más probable que ocurra en condiciones de calor y humedad. Un ambiente cálido y húmedo limita la eficacia de enfriar su cuerpo a través de la sudoración. La sudoración intensa en un ambiente caluroso también hace que pierda más agua corporal, lo que compromete aún más la capacidad de su cuerpo para mantener una temperatura corporal normal. Aunque es menos común, la EHI también puede ocurrir con el ejercicio prolongado o intenso en condiciones ambientales frescas, especialmente si su ropa o equipo de protección limita la capacidad de su cuerpo para refrescarse..

    Condiciones de EHI

    EHI abarca un grupo de condiciones relacionadas con el calor que pueden ocurrir con el ejercicio intenso. Estas condiciones van desde menores hasta potencialmente mortales. El nivel de aumento de la temperatura corporal junto con otros factores, incluidos el estado de hidratación y el equilibrio de electrolitos, son factores clave para determinar la gravedad de la EHI. El Colegio Americano de Medicina Deportiva describe tres condiciones de EHI: - calambres musculares asociados con el ejercicio - agotamiento por calor por esfuerzo - golpe de calor por esfuerzo

    La temperatura corporal es un factor clave para diferenciar el agotamiento por calor por esfuerzo del golpe de calor. Una temperatura de 104 F o más alta generalmente indica un golpe de calor por esfuerzo. Una temperatura corporal elevada inferior a 104 F sugiere un agotamiento por calor por esfuerzo. Sin embargo, la capacidad para tolerar la temperatura corporal elevada varía, por lo que los signos y síntomas acompañantes también son importantes.

    Signos y síntomas de advertencia de EHI

    Los calambres musculares pueden desarrollarse con el ejercicio intenso a cualquier temperatura, pero ocurren con más frecuencia en un ambiente caluroso. El desarrollo de calambres musculares puede ser el primer signo de sobrecalentamiento. El descanso y la hidratación son mejores en esta situación. El ejercicio continuo acompañado de una temperatura corporal elevada podría provocar el agotamiento por calor, lo que requiere un tratamiento rápido para enfriar y rehidratar el cuerpo. Los síntomas comunes incluyen: - mareos, aturdimiento o desmayos - náuseas, diarrea o calambres abdominales - debilidad y rendimiento reducido - sudoración profusa o piel fría y húmeda - hiperventilación y dolor de cabeza

    El golpe de calor por esfuerzo es potencialmente mortal y requiere atención médica de emergencia. Además de una temperatura corporal de 104 F o más, los síntomas pueden incluir: desorientación, confusión, irritabilidad, agresividad o comportamiento irracional, tambaleándose o colapsando, piel caliente, que puede estar húmeda o seca, vómitos o diarrea - Desmayos, convulsiones o coma.

    Otras Consideraciones

    Una fiebre de menos de 104 F inmediatamente después de un ejercicio intenso o excesivo generalmente está relacionada con un esfuerzo excesivo y, por lo general, vuelve a la normalidad en una o dos horas con reposo e hidratación. Tenga en cuenta, también, que la fiebre a veces se produce de manera coincidente después de un ejercicio intenso, pero no está relacionada. Esté atento a otros signos y síntomas de enfermedades comunes, como un resfriado, la gripe o un virus estomacal.

    Una fiebre persistente o tardía después de un ejercicio intenso o prolongado podría indicar otro problema. Por ejemplo, el ejercicio extremo cuando no está acostumbrado a ello podría llevar a la degradación del tejido muscular. Esta afección, conocida como rabdomiólisis por esfuerzo, se caracteriza por un dolor muscular generalizado, sensibilidad y debilidad que se desarrolla y progresa después de un ejercicio excesivo. La fiebre también suele desarrollarse junto con la orina del color del té o la cola, debido a la pérdida de proteínas musculares en el torrente sanguíneo. Se necesita atención médica inmediata para prevenir complicaciones graves, incluida la insuficiencia renal.

    Revisado por: Tina M. St. John, M.D.