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    ¿Se puede usar una cinta de correr con un minisco roto?

    La rodilla es la articulación más grande del cuerpo. Compuesto por tres huesos: el fémur o el hueso del muslo, la tibia o la espinilla y la rótula, la rodilla está estabilizada por cuatro ligamentos y amortiguada por los meniscos, dos piezas de cartílago con forma de disco y goma que impiden la fricción los huesos. Cualquier movimiento repentino de torsión de la rodilla, ya sea durante una actividad deportiva o un resbalón y caída accidental, puede dañar una o más de estas estructuras.

    Un hombre está caminando en una cinta de correr. (Imagen: Prasit Rodphan / iStock / Getty Images)

    ¿Qué es un menisco desgarrado??

    Un menisco roto es la lesión de rodilla más común. Aproximadamente 850,000 cirugías para reparar las lágrimas de menisco se realizan en los Estados Unidos anualmente. En las personas más jóvenes, un menisco desgarrado suele estar relacionado con los deportes y suele ir acompañado de una lesión en un ligamento. Se puede producir un desgarro en cualquier parte de la superficie del cartílago en la parte interna o externa de la rodilla.

    Inicialmente, los síntomas están ausentes o son muy leves. En el transcurso de varios días, sin embargo, la rodilla se vuelve dolorosa, rígida y ligeramente inflamada. Es posible que escuche un chasquido o sienta que la rodilla se engancha cuando lo mueve de ciertas maneras. El menisco dañado también puede quedar atrapado dentro de la articulación de la rodilla, inmovilizando la articulación. En otras ocasiones, una lágrima puede causar debilidad y la sensación de que la rodilla está a punto de ceder..

    ¿Cómo se trata un menisco desgarrado??

    Anteriormente, los médicos recomendaban la cirugía para un menisco roto, creyendo que el cartílago del menisco era incapaz de curarse por su pobre suministro de sangre. Sin embargo, al menos dos estudios de investigación parecen sugerir lo contrario. El primero, publicado en línea en el "New England Journal of Medicine" el 18 de marzo de 2013, fue un estudio aleatorizado de 351 adultos mayores de 45 años con artritis y desgarros meniscales. Los participantes recibieron cirugía artroscópica o nueve sesiones de terapia física seguidas de un régimen de ejercicios para realizar en casa. Después de seis meses, ambos grupos tuvieron el mismo nivel de mejora funcional y las mismas puntuaciones de dolor.

    En un segundo estudio, los investigadores finlandeses realizaron una cirugía artroscópica o una cirugía “simulada” en 146 sujetos con lágrimas de menisco que no tenían artritis. Ambos grupos recibieron terapia física postoperatoria y tuvieron niveles de mejora casi idénticos un año después, informa el "New York Times".

    ¿Se puede hacer ejercicio con un menisco desgarrado??

    Como cualquier lesión traumática, un menisco desgarrado causa inflamación, que puede afectar negativamente su capacidad de curación. En un estudio de 2008 publicado en la Actualización de la investigación de la Arthritis Foundation, los científicos aplicaron la interleucina-1, una molécula inflamatoria, al tejido meniscal desgarrado de cerdos maduros para determinar cómo la inflamación afectó la curación meniscal. Incluso un día de exposición a la molécula inflamatoria redujo la fuerza y ​​disminuyó la producción de nuevas células y la reparación de tejidos.

    Estos resultados sugieren fuertemente que realizar un ejercicio extenuante después de un desgarro de menisco puede causar una curación tardía y complicaciones más adelante. Su médico le dará los mejores consejos sobre cómo hacer ejercicio con un menisco desgarrado y puede brindarle orientación sobre las actividades de acondicionamiento físico que son adecuadas si le han diagnosticado esta lesión..

    Cuándo se puede reanudar el ejercicio?

    Su rehabilitación después de una lesión de menisco depende en gran medida de la extensión y ubicación del desgarro y del tratamiento que usted y su médico elijan. Si decide renunciar a la cirugía, es probable que su médico le recomiende un programa estructurado de terapia física durante cuatro a seis semanas. Inicialmente, estos ejercicios se enfocarán en fortalecer los cuadriceps, mejorar el rango de movimiento en la rodilla y promover la flexibilidad en los ligamentos. Luego, pueden comenzar las actividades aeróbicas ligeras y de bajo impacto, como caminar en una cinta de correr o alrededor de una pista..

    Si se realiza una cirugía, su médico le indicará cuándo reanudar las actividades normales según cómo se recupere. Los puntos de referencia importantes son la recuperación de la fuerza normal en su pierna y ser capaz de doblar y enderezar la rodilla y realizar una sentadilla o una curva profunda de la rodilla sin dolor.