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    Desintoxicantes para niveles altos de amoniaco debido a enfermedades hepáticas

    Un hígado enfermo no puede desintoxicar los metabolitos de las proteínas, como el amoníaco, lo que lleva a un aumento de los niveles en la sangre. El daño hepático evita el uso de metabolitos en su cuerpo porque el hígado no puede filtrar, convertir o utilizar productos finales. El amoníaco, producido por la actividad bacteriana en la proteína en el intestino, se absorbe y se transporta al hígado. El hígado degrada el amoníaco en productos finales y productos de desecho. El amoníaco puede sortear un hígado enfermo y acumularse en la sangre..

    Toxicidad de amoniaco

    Los niveles altos de amoníaco en la sangre pueden afectar su cerebro, que es permeable al amoníaco y es muy sensible a los efectos tóxicos. Los síntomas de toxicidad pueden incluir confusión, letargo, alteración en la capacidad de atención y mala coordinación. El aumento de los niveles de amoníaco en el cerebro puede provocar inflamación, edema, aumento de la presión intracraneal y posible hernia cerebral. Un diagnóstico clínico, basado en quejas, signos, síntomas y valores de laboratorio, requiere más investigación para excluir otras causas importantes de cambios en el estado mental.

    Pruebas

    El nivel de amoníaco en plasma es la prueba para determinar el contenido de amoníaco en su sangre. Pero los niveles elevados pueden no reflejar la enfermedad hepática, ya que los aumentos también se producen con la insuficiencia cardíaca congestiva, la hemorragia gastrointestinal, ciertos medicamentos y el consumo de proteínas antes de la prueba. Las pruebas pueden indicar empeoramiento de la enfermedad hepática, monitorear el tratamiento y ayudar en el diagnóstico de un coma hepático que se aproxima. Recuerde que los niveles tóxicos pueden ser más altos en el cerebro de lo que podría reflejarse en la sangre..

    Laxantes

    El uso de laxantes es crucial para disminuir los niveles de amoníaco en su tracto gastrointestinal. El laxante primario utilizado es la lactulosa, que altera la flora bacteriana y hace que haya menos organismos disponibles para producir amoníaco. Las dosis de lactulosa se regulan hasta que ocurren 3 a 4 evacuaciones intestinales blandas diariamente. Otro es el citrato de magnesio, que se usa con frecuencia para eliminar las heces con sangre después de una hemorragia intestinal y se administra a través de una sonda nasogástrica para acelerar la extracción de sangre..

    Antibioticos

    La administración de un antibiótico por vía oral, en lugar de por vía intravenosa, restringe la acción antibacteriana solo al tracto gastrointestinal donde se necesita. El objetivo principal es reducir las bacterias productoras de amoníaco del intestino. Tres de esos antibióticos son neomicina, vancomicina y rifaximina. En ocasiones, se administran antibióticos y lactulosa para reducir las bacterias y mejorar el aclaramiento en el intestino. La administración a intervalos separados evita que la lactulosa elimine el antibiótico demasiado rápido.

    Métodos adicionales

    Otro método utilizado para disminuir la producción de amoníaco podría incluir una reducción temporal de la ingesta de proteínas a través de la dieta. También puede incluir la reducción o eliminación de medicamentos degradados por el hígado, disminuyendo la carga de trabajo del hígado. Evitar los medicamentos que contienen amonio, como los antiácidos, se incluyen en las restricciones..