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    Ejercicios para el dolor de espalda baja y discos abultados

    Los discos abultados, también conocidos como discos herniados, pueden provocar dolor en la parte baja de la espalda y dolor que se irradia a las nalgas y las piernas. Según la Clínica Cleveland, la mayoría de los dolores asociados con una hernia de disco se pueden manejar con reposo, terapia física y ejercicio. La evaluación inicial realizada por un profesional médico determinará el momento adecuado para iniciar un programa de ejercicios.

    Flexiones

    Si el paciente tiene un disco abultado en la parte baja de la espalda, es vital mejorar la extensión de la columna vertebral, ya que esto disminuirá cualquier presión que pueda ejercer sobre el nervio. El paciente realiza flexiones acostándose sobre el estómago con los brazos en una posición de empuje hacia arriba y presionando el pecho desde el suelo. Las caderas y la pelvis permanecen en contacto con el piso mientras la columna se extiende hacia arriba y lejos del piso. En la parte superior de la extensión, el paciente se detiene brevemente y luego vuelve a la posición inicial. El ejercicio se repite 10 veces, tres veces al día..

    Estiramiento de torsión

    Es importante que el paciente mantenga la flexibilidad de la parte baja de la espalda para evitar lesiones adicionales. El paciente se acuesta boca arriba con las rodillas dobladas y apretadas. Usando los músculos abdominales para apoyo y control, el paciente lentamente permite que las rodillas caigan hacia la derecha para un conteo de 10. El ejercicio se repite hacia la izquierda para un conteo de 10. El estiramiento de torsión debe repetirse tres veces por día.

    Puenteo

    Para evitar más lesiones, es importante que el paciente mejore la fuerza de la espalda baja y los músculos abdominales que soportan la columna vertebral. El ejercicio de puente fortalecerá los músculos de la espalda baja, las caderas y el abdomen. La paciente realiza el ejercicio acostada sobre su espalda con las rodillas dobladas, con el ancho de las caderas separadas, los pies apoyados en el suelo. Luego, la paciente levanta su parte inferior del piso, hasta que logran una línea recta desde los hombros hasta las rodillas. Esta posición se mantiene durante un conteo de 10, antes de bajar lentamente al piso. Repita el ejercicio 10 veces. El cuello debe mantenerse en una posición recta al realizar este ejercicio.

    Para caminar

    El movimiento rítmico de caminar fomenta la movilidad en la columna inferior. Caminar en general ayudará al paciente a mantener o mejorar el estado físico general y el peso corporal. Según la Clínica Cleveland, el sobrepeso se traduce en un aumento de la presión sobre la espalda baja, lo que puede exacerbar el dolor lumbar. Es preferible que el paciente camine afuera sobre una superficie plana, como una pista, durante 30 a 45 minutos diarios..