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    La importancia de la glucosa

    Cada célula del cuerpo humano requiere energía para realizar las funciones metabólicas que sustentan la vida. La glucosa es un azúcar pequeño y simple que sirve como combustible principal para la producción de energía, especialmente para el cerebro, los músculos y otros órganos y tejidos corporales. La glucosa también sirve como un bloque de construcción para las moléculas estructurales más grandes del cuerpo, como las glucoproteínas y los glicolípidos. El cuerpo humano regula estrechamente los niveles de glucosa. Los niveles anormalmente altos o bajos resultan en complicaciones serias y potencialmente mortales.

    La importancia de la glucosa (Imagen: Oksana_S / iStock / Getty Images)

    Combustible cerebral

    Normalmente, el cerebro depende casi exclusivamente de la glucosa para alimentar sus necesidades energéticas. Debido a su alta demanda de energía y su incapacidad para almacenar la glucosa, el cerebro requiere un suministro constante de azúcar. El cuerpo posee múltiples mecanismos para prevenir una caída significativa de la glucosa en la sangre o hipoglucemia. Sin embargo, si se produce tal caída, las funciones cerebrales pueden comenzar a fallar. Los síntomas comunes de hipoglucemia relacionados con el cerebro incluyen dolor de cabeza, mareos, confusión, falta de concentración, ansiedad, irritabilidad, inquietud, dificultad para hablar y falta de coordinación. Una caída repentina y severa de la glucosa en la sangre puede provocar convulsiones y coma..

    Combustible muscular

    Los músculos esqueléticos normalmente constituyen aproximadamente del 30 al 40 por ciento del peso corporal total, aunque esto varía según el sexo, la edad y el nivel de condición física. Los músculos esqueléticos utilizan grandes cantidades de glucosa durante el ejercicio. A diferencia del cerebro, los músculos esqueléticos almacenan el azúcar en la sangre en forma de glucógeno, que se descompone rápidamente para suministrar glucosa durante el esfuerzo físico. El tejido muscular también normalmente absorbe grandes cantidades de glucosa del torrente sanguíneo durante el ejercicio. Si bien los músculos esqueléticos pueden utilizar moléculas derivadas de la grasa para la producción de energía, el agotamiento de las reservas de glucosa durante el ejercicio prolongado puede provocar una fatiga repentina, comúnmente conocida como "bonking" o golpear la pared..

    Combustible para otros tejidos y órganos

    Los diversos órganos y tejidos del cuerpo tienen la capacidad de utilizar diferentes combustibles. Además de los músculos del cerebro y del esqueleto, algunos otros órganos y tejidos importantes también dependen de la glucosa como su combustible principal o único. Los ejemplos incluyen la córnea, la lente y la retina de los ojos, y los glóbulos rojos y blancos. Curiosamente, aunque las células del intestino delgado son responsables de absorber la glucosa de los alimentos y de pasarla al torrente sanguíneo, utilizan principalmente otra molécula llamada glutamina como combustible. Esto deja más glucosa para otros órganos y tejidos que dependen más del azúcar..

    Roles estructurales

    Además de su papel en la producción de energía, el cuerpo humano utiliza la glucosa junto con otras sustancias para fabricar otras moléculas estructurales importantes. Por ejemplo, el colágeno de glicoproteínas consiste en una columna vertebral de proteínas más azúcares simples, incluida la glucosa. El colágeno es una molécula estructural esencial que se encuentra en la piel, los músculos, los huesos y otros tejidos corporales. Otras glicoproteínas desempeñan funciones importantes en el desarrollo y mantenimiento de los nervios del cuerpo. Los glicolípidos, que consisten en bloques de construcción de grasa y azúcar, son componentes fundamentales de las membranas que rodean las células individuales del cuerpo, así como las estructuras dentro de estas células..

    Hipoglucemia e hiperglucemia

    Una caída significativa en el azúcar en la sangre generalmente causa síntomas de hipoglucemia de forma relativamente rápida, debido a la exquisita dependencia del cerebro de un suministro constante de glucosa. Un nivel alto de glucosa en la sangre, o hiperglucemia, puede o no causar síntomas obvios. En las personas con diabetes tipo 1, que tienen poca o ninguna producción de la hormona insulina que reduce el azúcar en la sangre, la combinación de un alto nivel de azúcar en la sangre y la falta de insulina a menudo produce signos y síntomas, entre ellos: pérdida de peso involuntaria - falta de energía - aumento de la micción

    En las personas con diabetes tipo 2 o su prediabetes predecesora, estos signos y síntomas a menudo no aparecen o no son lo suficientemente significativos como para ser obvios. Por esta razón, muchas personas con estas afecciones a menudo no se diagnostican durante muchos años. Sin embargo, a pesar de la falta de síntomas, la hiperglucemia persistente puede causar complicaciones graves, como enfermedades cardíacas y renales, daño a los nervios y afecciones oculares que pueden provocar ceguera..

    Advertencias y precauciones

    Debido a que la glucosa cumple tantas funciones importantes en el cuerpo, discuta cualquier inquietud sobre sus niveles de glucosa con su médico. Esto es especialmente importante si tiene factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2, incluidos: - edad mayor de 40 años - peso corporal por encima de lo normal - estilo de vida inactivo - padres o hermanos con diabetes

    Busque atención médica de urgencia si presenta signos o síntomas de hipoglucemia o hiperglucemia. Si tiene diabetes, siga cuidadosamente su dieta, ejercicio y planes de medicamentos. No deje de tomar su medicamento o cambie la dosis a menos que su médico se lo indique..

    Revisado y revisado por: Tina M. St. John, M.D.