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    ¿Por qué la vitamina E y C funcionan bien juntas?

    Las vitaminas C y E constituyen partes esenciales de su dieta y promueven la función de los tejidos; por ejemplo, la vitamina C ayuda a la comunicación cerebral, mientras que la vitamina E ayuda a controlar la constricción de los vasos sanguíneos. El conjunto es mayor que la suma de sus partes cuando se trata de vitaminas C y E, a pesar de que los dos nutrientes tienen algunas funciones fisiológicas separadas en su cuerpo. Trabajan bien juntos porque tienen roles similares y complementarios en su cuerpo, y funcionan en combinación para beneficiar su salud.

    Las vitaminas C y E trabajan juntas para ofrecer protección solar. (Imagen: Jupiterimages / BananaStock / Getty Images)

    La colaboración como antioxidantes.

    Las vitaminas C y E apoyan la función antioxidante de cada una. Los antioxidantes desempeñan un papel importante para limitar el daño a las células, incluidas las proteínas celulares, el ADN y las grasas que forman las membranas celulares, provocadas por sustancias químicas reactivas, llamadas radicales libres. Este daño dificulta la función celular saludable y conduce a mutaciones genéticas, que en última instancia causan la muerte celular. Si bien la vitamina E tiene la capacidad de actuar como antioxidante, requiere la regeneración después de que "cura" el daño de los radicales libres antes de que pueda volver a funcionar correctamente. La vitamina C en sus células restaura la función antioxidante de la vitamina E para que pueda continuar combatiendo el daño tisular.

    Beneficios sinérgicos para la piel

    Las vitaminas C y E también funcionan bien juntas porque tienen funciones complementarias en la salud de la piel. (Imagen: Hoby Finn / Photodisc / Getty Images)

    Las vitaminas C y E también funcionan bien juntas porque tienen funciones complementarias en la salud de la piel. Ambos nutrientes juegan un papel en proteger las células de la piel del daño solar porque neutralizan los radicales libres generados durante la exposición solar. El Instituto Linus Pauling señala que tener ambas vitaminas en la piel ayuda a prevenir el daño solar mejor que la vitamina C o E por sí sola. Las vitaminas C y E trabajan juntas para mantener un colágeno saludable, una proteína importante para la fortaleza de la piel. Necesita la vitamina C para ayudar a sintetizar el colágeno requerido para una piel saludable, así como niveles saludables de vitamina E para mantener enlaces cruzados adecuados entre las fibras de colágeno.

    Función complementaria para la salud inmune

    Las vitaminas C y E contribuyen a la función inmunológica, por lo que ingerir una cantidad suficiente de ambas vitaminas lo protege de enfermedades infecciosas. (Imagen: BananaStock / BananaStock / Getty Images)

    Las vitaminas C y E contribuyen a la función inmunológica, por lo que ingerir una cantidad suficiente de ambas vitaminas lo protege de enfermedades infecciosas. El papel de la vitamina C en la salud de la piel también mantiene su inmunidad porque depende de una piel fuerte para evitar que los patógenos entren en su sistema. También ayuda a estimular la función inmunológica al promover el crecimiento de las células inmunitarias, y las vitaminas C y E controlan la función de las células inmunitarias. La vitamina C también estimula la liberación de interferones, químicos con propiedades antivirales, mientras que la vitamina E mantiene la salud inmunológica a medida que envejece..

    Recomendaciones de ingesta y fuentes

    Asegúrate de cargar frutas y verduras. (Imagen: Fuente de imagen / Photodisc / Getty Images)

    Necesita pequeñas cantidades de vitaminas C y E para mantener su salud: el Instituto de Medicina recomienda que todos los adultos obtengan 15 miligramos de vitamina E al día y aconseja que los hombres y las mujeres consuman 90 miligramos y 75 miligramos de vitamina C, respectivamente. Asegúrate de consumir frutas y verduras, especialmente espinacas, brócoli, pimientos rojos y frutas cítricas, para obtener la vitamina C esencial, y recurre a los aguacates, almendras y cacahuetes como fuentes de vitamina E. Mezcla el jugo de limón y el aceite de oliva. Aderezo para ensaladas fácil o condimento para pollo o pescado a la parrilla: es sabroso y aumenta su ingesta de vitaminas C y E.