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    Olor ácido después del ejercicio cardiovascular

    Uno de los efectos secundarios desagradables del ejercicio vigoroso es el olor corporal. Cuando sudas, las bacterias en tu piel producen naturalmente ese aroma familiar de vestuario. Pero durante el ejercicio prolongado, es posible que note un olor a ácido o amoníaco que sea diferente de su tarifa habitual para las axilas. Ese olor está relacionado con la descomposición de los aminoácidos y puede indicar que necesita modificar su nutrición..

    (Imagen: lzf / iStock / GettyImages)

    Vías de energía en el cuerpo humano

    Cuando hace ejercicio, la primera elección de combustible de su cuerpo es carbohidratos, que se encuentran en forma de glucosa en la sangre y glucógeno en los músculos y el hígado. A medida que las reservas de glucosa se agotan durante las actividades rítmicas de larga duración y baja intensidad, como correr o andar en bicicleta, su cuerpo recurrirá gradualmente a las reservas de grasa para obtener energía. Pero debido a que la grasa es un combustible oxidativo, su cuerpo no puede usarla para actividades prolongadas de alta intensidad, y comenzará a descomponer las proteínas de los músculos para satisfacer sus necesidades energéticas..

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    Amoníaco y Aminoácidos

    El inicio de la descomposición de las proteínas suele estar marcado por un olor a amoníaco en el sudor y en la respiración. El amoníaco, cuya estructura química es NH3, es un subproducto metabólico de la eliminación de la molécula de nitrógeno de los aminoácidos para que el carbono restante se pueda convertir en glucosa. Luego, el nitrógeno se une con el hidrógeno para formar amoníaco, un componente de la urea, y eventualmente sale del cuerpo a través de la orina, en el sudor y en la humedad que expira en la respiración..

    Ingesta de carbohidratos y rendimiento

    Cuando los aminoácidos se descomponen durante el ejercicio prolongado, los niveles de amoníaco en el sistema nervioso central y el cerebro aumentan significativamente. En un estudio publicado en 2005 en The Journal of Physiology, se encontró que los niveles elevados de amoníaco en el cerebro durante el ejercicio tenían una correlación con la aparición de fatiga, especialmente en sujetos no entrenados.

    Los investigadores sugirieron que un mayor consumo de carbohidratos aliviaría la acumulación de amoníaco cerebral y evitaría la fatiga durante el ejercicio. Las implicaciones de este estudio son importantes para las personas que desean realizar en los niveles máximos. Limitar la ingesta de carbohidratos puede interferir con el entrenamiento y el rendimiento.

    Aprovecha al máximo tu entrenamiento

    La deshidratación es otro factor en el olor a amoníaco. La deshidratación hace que su sudor esté más concentrado, lo que puede aumentar el olor. Asegúrese de que su orina sea de color pajizo, no de color amarillo oscuro o marrón.

    Muchas personas escatiman en carbohidratos por temor a ganar peso. Sin embargo, un alto consumo de hidratos de carbono e hidratación antes de su entrenamiento puede mejorar y prolongar el rendimiento, lo que le brinda una mayor quema de calorías y le ahorra masa magra. El consumo de más proteínas no ahorrará músculo y afectará a los riñones. Una dieta que contenga un amplio equilibrio de carbohidratos complejos le dará un físico más delgado y potente a largo plazo.

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