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    Ejercicios de respiración para mejorar una infección respiratoria superior

    Una infección respiratoria superior puede afectar cualquiera de los mecanismos de respiración de su cabeza y pecho, incluyendo la nariz, la garganta y los senos paranasales. Además de la dificultad para respirar, puede experimentar dolor de garganta, congestión nasal, tos, ojos llorosos, dolor de cabeza y congestión en los oídos como resultado de esta infección. Debido a que su garganta y / o vías respiratorias no están funcionando a su capacidad total, también puede experimentar dificultad para respirar. Los ejercicios de respiración pueden ayudarlo a compensar la capacidad respiratoria reducida, haciéndolo sentir cómodo hasta que se haya recuperado por completo..

    Recuperar el aliento

    Cuando tiene una infección de las vías respiratorias superiores, es posible que le resulte difícil "recuperar el aliento". Esto se debe a que su congestión puede no permitirle respirar a su capacidad normal. Puede corregir esto adoptando una posición cómoda que facilite el flujo de aire. Siéntese derecho, con la espalda apoyada en una silla, y gire los hombros hacia adelante, luego mueva la cabeza hacia adelante y ligeramente hacia abajo. Coloque los antebrazos en los muslos con las palmas hacia arriba, pero no coloque peso sobre las manos. Respira suavemente por la nariz y la boca. Abstenerse de respirar profundamente, ya que esto puede hacer que tosa. En su lugar, inhale un poco más de lo normal y exhale de la misma manera.

    Respiracion abdominal

    Este ejercicio puede ser relajante y aliviar el dolor, según la Asociación Americana de Estudiantes de Medicina. Mientras está sentado, coloque una mano sobre su pecho y la otra sobre su estómago. Inhale, observando el aumento de la mano en su abdomen. Exhale, observando el aumento de la mano en su pecho. Cuando esto ocurre, puedes respirar más profundamente en tus pulmones. Exhale por la boca y luego inhale, si es posible, por la nariz durante siete segundos. Exhale por la boca, luego apriete los músculos abdominales. Esto ayuda a exprimir el aire restante de su diafragma, lo que le ayuda a respirar más completamente. Repite este ejercicio cuatro veces más.

    Tos controlada

    Cuando tiene una infección de las vías respiratorias superiores, la tos frecuente puede ser un inconveniente y, a menudo, un episodio doloroso. Si tiene moco en los pulmones, esto puede dificultar la tos. El ejercicio controlado para la tos le ayuda a aflojar el moco en los pulmones, reduciendo la frecuencia y la duración de la tos. Mientras está sentado, incline su cabeza ligeramente hacia adelante y mantenga ambos pies en el suelo. Respire profundamente, imaginando que el flujo de aire llega hasta el diafragma. Aguante la respiración durante tres segundos. Mantenga su boca abierta y tosa dos veces. Su diafragma debe moverse hacia arriba y cualquier moco o flema debe moverse hacia arriba con la primera tos ya través de la garganta con la segunda. Retire y elimine cualquier moco con un pañuelo..