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    Ejercicio y ganglios linfáticos

    Los ganglios linfáticos son parte de su sistema inmunológico. El sistema inmunológico te protege de infecciones y otras enfermedades. Incluye el bazo, la médula ósea, el timo, las amígdalas, las adenoides, los canales linfáticos y los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos están en el cuello, detrás de las orejas, debajo de las mandíbulas y la barbilla, debajo de las axilas y en la ingle. El ejercicio es un factor clave para el buen funcionamiento de los ganglios linfáticos y la circulación del líquido linfático en todo el cuerpo..

    Funciones de los ganglios linfáticos

    Los ganglios linfáticos son masas redondeadas de tejido linfático encapsulado en un tejido conectivo. Juegan funciones importantes para ayudar a su sistema inmunológico a defender su cuerpo contra las enfermedades. Los ganglios linfáticos filtran el líquido linfático y producen y almacenan glóbulos blancos. Un ganglio linfático inflamado y sensible suele ser un signo de infección. También significa que los ganglios linfáticos están trabajando más para producir más glóbulos blancos para defenderse de la infección..

    Circulación de líquido linfático

    El líquido linfático circula a través de los vasos linfáticos que pasan entre los músculos de su cuerpo. A diferencia del corazón que bombea sangre a través de los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos tienen un extremo ciego. Viajan en una sola dirección y no tienen bomba para mover y hacer circular la linfa por todo el cuerpo. En su lugar, los músculos de los vasos linfáticos se comprimen cuando te mueves. Por lo tanto, el ejercicio juega un papel vital en la circulación del fluido linfático..

    Efectos del ejercicio

    El ejercicio tiene muchos beneficios, incluyendo la estimulación del sistema linfático. El sistema linfático depende de la actividad física para hacer circular el líquido linfático por todo el cuerpo y recolectar y ayudar al cuerpo a eliminar toxinas y otros productos de desecho. El ejercicio vigoroso y acciones como la tos, los estornudos y las contracciones abdominales en la espiración forzada ayudarán al flujo de líquido linfático..

    Ejercicios para mejorar la circulación linfática.

    Cualquier forma de ejercicio, como caminar, subir escaleras, nadar, correr, bailar o jugar al tenis, estimulará el sistema linfático y mejorará la circulación linfática. Los ejercicios de respiración profunda beneficiarán el flujo de líquido linfático debido a la presión que crea la respiración profunda en el pecho y las cavidades abdominales, junto con las contracciones del diafragma y los músculos abdominales.