¿Debe comer ciertos alimentos con una infección de riñón?
Las infecciones del tracto urinario son infecciones comunes causadas por bacterias que viajan por la uretra, el tubo que permite que la orina salga de la vejiga. Si no se tratan, pueden propagarse a los riñones, causando una infección conocida como pielonefritis, que requiere antibióticos. Aunque no se ha demostrado que los factores nutricionales desempeñen un papel en la causa o prevención de las infecciones renales, comer bien puede ayudar a garantizar el bienestar general y la recuperación normal. Ciertos alimentos también pueden reducir su riesgo de infecciones futuras al mantener su sistema inmunológico fuerte y su tracto urinario saludable.
Tazón de granos de arroz integral (Imagen: Soniacri / iStock / Getty Images)Alimentos para las náuseas y vómitos.
Las náuseas y los vómitos pueden acompañar las infecciones renales, empeorando la fatiga y dificultando la satisfacción de sus necesidades de energía, nutrientes y líquidos. Para prevenir estos efectos, el Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco recomienda comer porciones pequeñas y frecuentes de alimentos bajos en grasa, para facilitar la digestión. Consuma alimentos de sabor suave, como galletas, papas al horno sin piel, huevos escalfados y pan tostado, hasta que desaparezca la náusea. Los alimentos salados, como las galletas saladas, la sopa enlatada y las papas con sal, pueden ayudar a restaurar el sodio, un electrolito que se pierde a través de los vómitos que su cuerpo necesita para su correcto funcionamiento. Para mantener los niveles de líquidos altos, consuma muchos líquidos, como caldo, gelatina, paletas heladas y té de hierbas..
Alimentos para la fuerza del sistema inmunológico
Una vez que puede comer más normalmente, los alimentos ricos en nutrientes pueden ayudar a asegurar una recuperación sólida y la capacidad de su cuerpo para combatir y resistir infecciones adicionales. Elija granos integrales, como el arroz integral, la quinua, las palomitas de maíz y la harina de avena, para obtener energía duradera y más nutrientes que los granos refinados como la harina blanca. La proteína mejora la reparación de los tejidos y fortalece la función inmune. Sus mejores apuestas son fuentes magras, como frijoles, yogur bajo en grasa y pescado en lugar de fuentes grasas, como la carne roja y la leche entera, que aumentan la inflamación. Las grasas omega-3 en los pescados grasos, como el salmón, reducen la inflamación y desempeñan un papel importante en la función inmunológica. Las bayas, las frutas cítricas, las verduras de hojas verdes y oscuras y otras frutas y vegetales coloridos son los principales defensores del sistema inmunológico, que suministran ricas cantidades de antioxidantes..
Arándanos para la prevención
Los arándanos contienen sustancias conocidas como proantocianidinas, que pueden ayudar a prevenir que las bacterias dañinas se adhieran a las células del tracto urinario, protegiendo contra infecciones. Si bien los resultados de la investigación son variados, un estudio publicado en "The Journal of Urology" en agosto de 2012 mostró que los niños que habitualmente consumían arándanos con una alta concentración de proantocianidina durante un año tenían 65 por ciento menos probabilidades de desarrollar IU que los niños que consumían un placebo. Los arándanos también contienen cantidades valiosas de antioxidantes y carbohidratos saludables que fortalecen el sistema inmunológico. Si eres propenso a las infecciones urinarias, incorpora arándanos o jugo de arándano puro en tu dieta para obtener los máximos beneficios potenciales.
Probióticos para el equilibrio bacteriano
Los probióticos, bacterias saludables prevalentes en productos lácteos cultivados, también pueden ayudar a prevenir infecciones del tracto urinario. Aunque se necesita más investigación sobre los beneficios, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, fuentes como el yogur y el kéfir pueden hacer adiciones nutritivas a su dieta. Cada uno también proporciona proteínas que estimulan el sistema inmunológico. Para una opción rica en antioxidantes y baja en azúcar, cubra el yogur natural con fruta fresca, o combine el yogur y el kéfir en un batido. Para asegurarse de que un producto contenga probióticos, busque cultivos activos vivos, como lactobacilos y bifidobacterias, en la etiqueta.